Estuvieron asociados al saint-simonismo, y ocuparon diversos cargos políticos.
Émile (1800-1875) y su hermano Isaac Pereire (1806-1880), fundaron un conglomerado de negocios, incluyendo la creación del banco Crédit Mobilier.
Hicieron también grandes inversiones en rutas navieras, ferrocarriles (en Francia, Austria, Rusia y España), banca y seguros (incluyendo el Banco Imperial Otomano), periódicos, alumbrado por gas y el sistema de transporte público de París.
El hijo de Isaac, Eugène Pereire (1831-1908), se unió posteriormente al negocio y se hizo cargo de su gestión.
En España, tuvieron una importante intervención en el desarrollo de los ferrocarriles (Caminos de Hierro del Norte de España), el gas (Gas Madrid) y los seguros (La Unión y el Fénix) a través de una filial financiera del Crédit Mobilier, la Sociedad de Crédito Mobiliario Español.