Convertido en banco comercial en 1933, en junio de 1996 fue vendido al Grupo Doguş, y en 2001 integrado en el Garanti Bank.
Siete años después, el 4 de febrero de 1863, los accionistas firmaron un contrato con el sultán Abdülaziz I, por el cual la institución se convertía en el Banco Imperial Otomano, privilegiado como banco central turco.
Sus actividades fueron renovadas por otros veinte años, y se convirtió en tesorería del Imperio.
Aunque lograron su objetivo, al llamar la atención de las grandes potencias, el secuestro provocó una dura represión por parte del gobierno otomano.
Con el estallido de la Primera Guerra Mundial perdió la confianza del gobierno imperial, ya que sus principales accionistas, británicos y franceses, eran ahora sus enemigos, en tanto que los gobiernos francés y británico también los consideraron enemigo.