Religión mapuche

[2]​ Debido a ello, desde el mundo indígena se señala que «Occidente ha negado permanentemente la existencia de una filosofía indígena, relegándola a la categoría de simple cosmovisión, folklore o pensamiento mítico».

Al contrario, se traduce en un íntimo contacto con la naturaleza, los Ngen, y la tierra representada en la Ñuke Mapu.

Debido a ello, más tarde los propios mapuches interpretarían este gran suceso como un renacer del mapuche y un fenómeno que se repite a lo largo del tiempo, como una limpieza y una renovación macroestacional.

Estos espíritus no corresponden a “divinidades”, como comúnmente se entiende en el mundo occidental.

Referente a las divinidades, tampoco en la religiosidad mapuche más antigua existe un espíritu principal que sea considerado “Dios” supremo, creador del universo y del hombre, si bien la palabra “Ngenechén” generalmente viene traducida como “Dios”.

Esta relación Dios-Ngenechén se trataría de una equivalencia forzosa, creada por los jesuitas en su afán misionero en los siglos XVII y XVIII, con el fin de hacer más aceptable y comprensible el concepto cristiano.

La influencia jesuita (quienes, por otra parte, eran grandes estimadores de la profundidad del pensamiento trascendental mapuche) creó un gran número de equivalencia que realmente no corresponden como tal, pero que, sin embargo, fueron absorbidas por la cultura mapuche, naturalmente sincrética, generando con ello una enorme confusión y alteración que hasta la actualidad no se ha logrado superar.

Al describir a las divinidades y espíritus de los antepasados, estas se pueden dividir en: Sin embargo en la visión Mapuche, el mal y el bien no están tan radicalmente contrapuestos como en la cultura cristiana, así que puede ocurrir que los wekufe actúen para bien y los pillán para mal, sin que se produzca alguna confusión entre estas dos clases de espíritus.

Los descendientes de los primeros seres humanos formaron el Lituche (pueblo primordial, originario).

Por lo tanto no hay una separación neta entre el espíritu divino y los seres humanos, no solamente porque los segundos han sido engendrados por los primeros, sino porque pueden ellos mismos convertirse en pillán, si son hombres, o en wangulén, si son mujeres, y llegar así a vivir en el wenumapu.

Los primeros premian a los hombres que se mantienen fieles al admapu a través de los frutos de la naturaleza, mientras castigan (o permiten que los Wekufe castiguen) con la sequía o las inundaciones, los terremotos y las enfermedades.

Entre los mapuches, el color está íntimamente asociado a la visión del cosmos y sus respectivas plataformas.

Hija del lonco Quilapán en 1860. Foto aparecida en el anuario de Chile de 1900
Imagen del Meli witran mapu .
Entierro mapuche en Concepción , circa 1901-1903, con un chemamull al centro.
Bandera Wenufoye creada en 1992.