Hematita

Su nombre se remonta a los años 300-325 a. C. cuando Teofrasto la denominó «αιματίτις λίθος» (aimatitis lithos), en griego ‘piedra de sangre’.Traducido en el año 79 por Plinio el Viejo como haematites (‘parecida a la sangre’), en alusión al vívido color rojo de su polvo; es posiblemente el primer mineral cuyo nombre lleva el habitual sufijo -ita.La forma moderna de su nombre evolucionó simplificando su ortografía, excluyendo la primera «a» (hematites).[6]​ Tiene además varios usos industriales: la variedad roja se usa como pigmento desde la antigüedad, tanto para utilizarse sobre objetos como en paredes o para marcar al ganado.[7]​ En Francia hay también importantes depósitos en Pontgibaud (Auvernia-Ródano-Alpes), Sainte-Marie-aux-Mines (Gran Este) y minas Saint-Maime (Provenza-Alpes-Costa Azul).Asimismo, se han encontrado ejemplares muy interesantes en El Llagú (Asturias) así como en Tierga (Zaragoza).A nivel gemológico, destacan los depósitos de Bawpadan (Mandalay, Birmania) y de Jos (Nigeria); en este último enclave se extraen zafiros que se hallan asociados a hematita, goetita y gibbsita.El análisis indica que estas esférulas son, aparentemente, concreciones formadas por una solución de agua.
Oligisto terroso encontrado en la cueva de Altamira , utilizado hace unos 15 000 años como pintura roja.
Mosaico de imágenes del Mars Exploration Rover Microscopic Imager mostrando esférulas de hematita parcialmente incrustadas en roca en el lugar de aterrizaje de Opportunity. La imagen mide unos 5 cm (2 in).
Talla de hematites de 5 cm de longitud
Variedad botroidal, con forma de racimo de uvas, de hematitas.