El corindón se presenta en una gran variedad de colores atendiendo a las impurezas que tenga: incoloro, blanco, pardo, violeta, verde, amarillo, azul o rojo.
Es un mineral muy duro, el segundo en cuanto a su dureza en la escala de Mohs después del diamante.
[4] Este mineral forma en la naturaleza cristales piramidales empinados, en w, z, E o ω.
En Estados Unidos hay depósitos en Chester (Massachussets) y Franklin (Nueva Jersey); asimismo, se han obtenido grandes cristales en el monte Hogback y Buck Creek (Carolina del Norte), así como en la mina Laurel Creek (Georgia).
[5] Argentina cuenta con depósitos en la sierra de Comechingones (San Luis), Cerro Granadas (Jujuy) y Athos Pampa (Córdoba).
[6] Los primeros corindones sintéticos los produjo Marc Antoine Gaudin en 1837 fusionando a altas temperaturas alúmina con pequeñas cantidades de cromo como pigmento.
En 1877 Frenic y Freil fabricaron corindón cristalino del que se podían cortar pequeñas piedras.
En 1903 Verneuil anunció que podía producir rubíes sintéticos a escala comercial usando ese mismo método.