Pocos años después la heráldica del linaje adoptó dos variantes que correspondían con sus dos ramas principales.
Los descendientes del conde Walram utilizaron otra cimera diferente que tenía un león sentado de oro como elemento central.
El motivo de esta decisión no ha podido aclararse, probablemente pudo cometerse un error.
Esta es la razón por la que este príncipe ha pasado a la historia como René de Châlons.
Las Diecisiete Provincias continuaron usando estos símbolos durante el siglo XVI.
Los colores elegidos eran los más usados en el blasón de Holanda, la provincia más importante (que a su vez era el que habían utilizado los condes de Holanda desde una fecha cercana al año 1198).
En 1795, a causa de una intervención francesa, Guillermo V de Orange, el último estatúder, fue derrocado y huyó a Inglaterra proclamándose la República Bátava que se prolongó hasta el año 1806.
Luis Bonaparte empleó un escudo cuartelado en el que se combinaron el blasón de las Siete Provincias Unidas con el águila napoleónica.
En este escudo el león portaba por vez primera una corona real cerrada.
El blasón de Nassau fue colocado en un escusón, situado en el centro del escudo.
El gobierno de los Países Bajos, sus misiones diplomáticas, sus consulados y otras instituciones gubernamentales utilizan una versión simplificada de las armas reales en la que no figuran el manto, el baldaquín y la corona real que descansa sobre este último.