Escándalo Escorpión

[5]​ Durante todo el período colonial, España mantuvo un monopolio muy estricto en el comercio internacional con su Imperio americano.

[nota 2]​ En 1808, el barco ballenero británico Scorpion, bajo la órdenes del capitán Tristan Bunker, llegó a la costa chilena con la supuesta intención de cazar ballenas.

Para este objetivo, el capitán Bunker se puso en contacto con Henry Faulkner, un médico americano que entonces vivía en la ciudad de Quillota.

La aventura militar corta pero fallida en el Río de la Plata en 1806-7 había animado este acercamiento.

[2]​ El capitán Bunker, mandando un barco de vela mercante británico, era un norteamericano, nacido y criado en la Isla Nantucket, Massachusetts.

[8]​[9]​ La Scorpion zarpa nuevamente rumbo a Tongoy donde llega el 26 de agosto de 1808, desembarcando el capitán Bunker en la zona llamada Tangue, donde pidió un caballo para trasladarse a Coquimbo donde se encontraría con amigos que tenía en Chile para que lo favorecieran en sus negocios.

En el camino un barquichuelo se dirigió peligrosamente hacia ellos, así que abrieron fuego.

Durante la comida, después de una señal convenida, el capitán Bunker y sus marineros fueron asesinados a balazos.

[2]​[7]​ Mientras los demás marineros huían por la costa, los dragones saquearon el barco y enseguida rompieron sus fondos, haciéndolo zozobrar.

[3]​ El abordaje a la fragata fue dirigido por Damián Segui quien era el Mayordomo del Marqués de Larraín.

[16]​ Al día siguiente se hizo descender al cirujano de la Scorpion, llamado Ramsbhotom, para auxiliar a los incontables heridos en tierra después de que el capitán Bunker y 8 marineros hubieran sido asesinados a sangre fría.

[17]​[13]​ El pueblo trató de linchar a todos los participantes, que fueron salvados, siendo detenidos y puestos bajo guardia armada permanente.

En Santiago toda la cólera fue dirigida hacia el Gobernador García Carrasco y su secretario Martínez de Rozas;[17]​ ambos hombres en un tiempo muy corto acumularon un gran número de pleitos legales, mientras los disturbios públicos hicieron erupción.

La gobernación española y la oligarquía chilena, liderada por los Larraín trataron de culpar a Jorge Edwards como cómplice del ilícito.

[17]​ La investigación subsecuente destruyó la poca autoridad que el gobernador había dejado, y menos de un año más tarde requirió su rendición del puesto a Mateo de Toro y Zambrano, acción que dio paso a la primera tentativa chilena en la autonomía.

La firma inglesa Hullett demandó con éxito al Reino de España por pérdidas financieras.

Martínez de Rozas, que envió con un hijo su parte del botín a Perú, fue muy cuestionado por su participación en los hechos, debiendo buscar refugio en Concepción mientras se calmaban las aguas.

George Pollard, Jr., capitán del ballenero Essex cuyo hundimiento por un cachalote (junto a la historia del cachalote albino Mocha Dick) inspiró a Herman Melville para escribir la novela Moby-Dick, estaba casado con Tamar Bunker, de esa familia.