[1] El guitarrista y compositor cubano Leo Brouwer (1939-) es nieto de Ernestina Lecuona.[5] Allí su padre desarrolló una notable labor periodística, fundamentalmente como director del diario El Comercio, Político y Mercantil, de La Habana.En 1897, a los 15 años de edad, Ernestina compuso su primera obra, Luisa (habanera), que ese mismo año fue publicada por la editorial de Anselmo López y distribuida ampliamente en Cuba y España.Se siguió perfeccionando en el piano con la profesora francesa madame Lucía Calderón, que había enseñado en el Conservatorio de París y acababa de instalarse en La Habana en esa primera década del siglo XX.La crianza de estos niños la obligó a abandonar su carrera musical durante largo tiempo.[11] En esa primera audición con Ernestina, esta fue a su cuarto, trajo unas cuantas partituras, las tocó al piano y le sugirió que las aprendiera para su repertorio.[13] En Estados Unidos se puso en contacto con la cantante angloestadounidense Jessica Dragonette (1900-1980), quien añadió a su repertorio operístico algunas obras de la pianista.[11] Pocos meses después hicieron otra gira por Panamá, Perú, Chile, Argentina, Uruguay y Brasil.[11] Recorrieron en una gira por casi todos los países de América Latina: Argentina, Brasil, Chile, Perú y Uruguay donde alcanzaron cierta popularidad.Al regresar a Cuba en 1937 fundó en La Habana la Orquesta de Conciertos, compuesta solo por mujeres.[5] Sin embargo, a pesar de esta multiplicidad de autores, en su obra no se evidencian grandes diferencias, pues los poemas se inscribían siempre en la misma tendencia literaria, por lo cual conservaban similares líneas temáticas, motivos y recursos.