[4] Dorian Gray (Hurd Hatfield)[1] es un hombre guapo, rico y joven que vive en el Londres del siglo XIX.
Wotton es cínico e ingenioso, y le dice a Dorian que la vida merece la pena si uno la dedica enteramente al placer.
Dorian visita una taberna, y allí se enamora de una bella cantante llamada Sibyl Vane (Angela Lansbury).
Al final comienza un romance con ella, aunque con la desaprobación del hermano de Sibyl, y en unas semanas están prometidos.
Se vuelve aún más dedicado a vivir una vida de pecado y sin corazón.
Años más tarde, Dorian se acerca a su cuadragésimo cumpleaños, pero parece el mismo que cuando tenía veintidós.
Durante dieciocho años de libertinaje desenfrenado, el retrato ha permanecido encerrado, teniendo Dorian la única llave.
Sin embargo, Dorian, preso del pánico, mata a su amigo y deja el cuerpo encerrado en la sala con la pintura.
A continuación, entra en romance con la sobrina de Basil, Gladys, que aún era niña cuando se pintó el retrato.
James le dice a Dorian que es demasiado joven para ser el mismo hombre de dieciocho años antes.
Sería sin duda muy llamativa, pero el efecto que se produce con esta incursión del color en la película en blanco y negro quedaría atenuado.
En la pintura en la que aún se ve al Dorian del principio, los colores son oscuros, pero cuando se ve a la persona fría y sin alma de después, los colores son vivos, y mucho más variados.
Colores ácidos combinados con un tenebroso negro, vigorosas pinceladas, salpicados, trazos vibrantes y contornos crispados es lo que caracteriza esta obra, reflejando así la situación de su mísera alma, recordándonos a la pintura que desarrollaron Van Gogh y Pollock, quienes hacían un uso expresivo del color con el fin de trasmitir sus emociones internas.
Se emplean mucho los focos de luz apuntando en una dirección o a un elemento en particular.
Además hay música particular para algunas imágenes (leitmotiv), como las del gato, de gran importancia.
Cuando lo muestra, hay un golpe de música para acentuar el momento y darle más tensión a la historia.
Este juego con la lámpara también permite crear una imagen maestra, en la que se ve a Dorian y detrás la sombra del pintor.