Pit and the Pendulum

La primera fue La caída de la casa Usher, dirigida por Corman y estrenada el año anterior.

Cuando, al pedirle más detalles sobre la enfermedad, Nicholas responde con evasivas, Francis decide no irse del lugar hasta descubrir qué ocurrió realmente con su hermana.

Sin embargo, Francis se niega a creer la historia de Nicholas.

Ante esto, Catherine le revela que Nicholas sufrió un trauma durante su niñez.

Minutos después entraron su padre, su madre Isabella y el hermano de Sebastian, Bartolome.

Nicholas, que estaba escondido en un rincón de la sala, observó cómo su padre golpeaba a Bartolome con un atizador al rojo vivo, gritándole «¡adúltero!».

Mientras Nicholas está desvanecido, llega el doctor Leon y se reúne con Elizabeth.

Ambos creen muerto a Nicholas, que sin embargo está vivo y consciente.

Nicholas descubre entonces que Elizabeth había fingido su muerte con la ayuda de su amante, el doctor Leon.

Tras oír esto, Nicholas se incorpora, pero creyendo que es su propio padre, Sebastian Medina, y encierra a Elizabeth en una doncella de hierro.

El doctor Leon escapa, pero muere al caer en un pozo de gran profundidad.

Los dos primeros actos fueron construidos según nos parecía lo más cercano al espíritu de Poe, debido a que la parte final tendría una corta duración».

De esta manera, solo contaba con uno o dos meses para escribir el guion.

Los toques de luz se mostraban azules, mientras que las sombras poseían un color rojo.

La imagen fue luego pasada por una impresora óptica, en la que sus bordes fueron viñeteados y se introdujo además una distorsión lineal.

Daniel Haller diseñó un amplio castillo con varios niveles que permitía una mayor libertad para los movimientos de cámara.

[16]​ Para mejor recrear la atmósfera, en los decorados del castillo se colocaron además una gran cantidad de telarañas falsas.

Esto es muy importante; no hay nada peor que estar en el plató y preparado para rodar, sólo para descubrir que director y actor tienen diferentes puntos de vista acerca de cómo debe hacerse la escena.

Gracias al plan desarrollado durante la preproducción y a los ensayos, en el plató no se perdió nada de tiempo discutiendo o tomando decisiones».

[30]​ Según el escritor Ed Naha, Pit and the Pendulum recibió además una mejor respuesta por parte de la crítica.

[31]​ La revista Variety afirmó que «el final de la película transmite con gran entusiasmo un final sorpresa que habría encantado al mismísimo Poe... es una película con estilo, poseedora de una gran fotografía».

[36]​ En su libro Enciclopedia Penguin del horror y lo sobrenatural, Timothy Sullivan escribió: «Pit and the Pendulum es mejor que su predecesora...

[37]​ El escritor Phil Hardy en The Aurum Film Encyclopedia: Horror observa que «aun cuando la interpretación de Price es perceptiblemente más extravagante que en la película anterior, esto se ajusta a los fluidos movimientos de cámara.

Desde el momento en que Steele atrae a Price hacia la cripta... la acción es increíble».

[39]​ Sin embargo, las opiniones críticas más recientes acerca de la película no siempre son positivas.

[40]​ El sitio web FilmCritic.com sostiene que la película «es una decepción... al final, parece un trabajo hecho improvisadamente, lo cual, desde luego, era».

[44]​ El escritor K. Lindbergs ha observado también «una obvia influencia» en la película Danza Macabra (1964) de Antonio Margheriti y su remake, Nella stretta morsa del ragno (1970).

Sin embargo, debido a problemas con AIP, Damon no apareció en los créditos de la cinta.

[7]​ Del reparto original, solamente la actriz Luana Anders participó en la filmación, por lo que las nuevas secuencias muestran a su personaje, Catherine Medina.

En las nuevas escenas, Catherine se encuentra en un manicomio, donde cuenta su historia a los demás pacientes.

Ilustración de Harry Clarke para El pozo y el péndulo . El guion de la película se basó libremente en el cuento de Poe, utilizando su trama solo para el clímax de la cinta.
Vincent Price interpretó a Nicholas Medina, siendo esta su segunda colaboración en una película de Roger Corman.
Vincent Price y Barbara Steele en un fotograma del trailer de la película.