Eiger

Las tres montañas de la cresta se llaman -normalmente de izquierda a derecha- el Ogro (Eiger), el Monje (en alemán Mönch) y la Doncella (en alemán Jungfrau, que se traduce como "Virgen" o "Doncella").El Eiger se alza como una pila de roca continuada, tan inclinada que difícilmente la nieve queda pegada a sus laderas.Más altos son el Finsteraarhorn (4270 m) y el Aletschhorn (4190 m), que se encuentran unos 10 km al sur, pero son generalmente menos visibles y se hallan en medio de glaciares en zonas menos accesibles.[4]​ Actualmente sigue considerándose un formidable desafío, debido más a la creciente caída de rocas y los cada vez menores neveros que por sus dificultades técnicas, que no son de las mayores dentro del alpinismo moderno.[6]​[7]​ La primera ascensión al Eiger se realizó sin gran dificultad por los guías suizos Christian Almer, Peter Bohren y el irlandés Charles Barrington el 11 de agosto de 1858, por una compleja ruta en la cara occidental.Barrington narra la llegada a la cumbre, diciendo: "los dos guías amablemente me cedieron el lugar del primer hombre arriba".El primer intento por la cara norte lo hicieron en 1934 Willy Beck, Kurt Löwinger y Georg Löwinger, quienes alcanzaron los 2900 metros antes de descender atravesando una ventana que iba hasta el túnel del ferrocarril del interior de la montaña.Por la noche estalló una tormenta y la montaña quedó oculta en la niebla; luego empezó a nevar.Avalanchas de nieve empezaron a barrer la pared y las nubes se cerraron sobre ella.Dos días después, hubo un breve momento cuando las nubes se aclararon y la montaña fue visible durante un rato.El progreso de las escaladas se veía con facilidad por los telescopios desde Kleine Scheidegg, un paso entre Grindelwald y Lauterbrunnen conectado por ferrocarril.En este caso, la gente podía ver a los dos hombres, un poco más arriba y preparados para hacer vivac por quinta vez.Unos pocos días después el tiempo finalmente se aclaró, revelando una cara norte completamente blanca.Los dos escaladores murieron congelados y se los encontró a 3300 metros, en un lugar conocido como el "Vivac de la muerte".Al no poder superar ese paso en el descenso, tuvieron que bajar directamente.[9]​ Por la mañana los tres guías regresaron, atravesando la pared desde un agujero cerca de la estación Eigerwand y arriesgando sus vidas bajo avalanchas incesantes.Toni Kurz aún vivía, pero estaba casi indefenso, con una mano y un brazo completamente congelados.Intentó durante horas alcanzar a sus rescatadores, que estaban sólo unos pocos metros por debajo de él.[9]​ En 1937 intentaron subir la cara norte del Eiger Matthias Rebitsch y Ludwig Vörg.[14]​ La reputación de que la Eigerwand era una cara inescalable terminó en ese mismo año 1938, cuando cuatro escaladores alcanzaron la cumbre por la que hoy se conoce como "vía de 1938" o "Heckmair" y está considerada como la ruta clásica.Al día siguiente empezaron los alemanes, que se les unieron usando la cuerda fija para cruzar la llamada Travesía Hinterstoisser.Decidieron unir sus fuerzas y subieron como un grupo de cuatro liderados por el experimentado Heckmair.Éste escribió más tarde: "Nosotros, los hijos del viejo Reich, unidos con nuestros compañeros de la Frontera Oriental para marchar juntos a la victoria".Estaban tan cansados que sólo tuvieron fuerza para descender por la ruta normal a través de una feroz ventisca.Después de la Segunda Guerra Mundial, la cara norte fue ascendida dos veces en 1947: primero por un grupo de dos guías franceses, Louis Lachenal y Lionel Terray, luego por un grupo suizo que estaba formado por H. Germann, con Hans y Karl Schlunegger.Así, en un solo día subieron la cara norte en 1950 Leo Forstenlechner y Erich Wascak, tardando 18 horas.Corti, que a su vez había sido golpeado por una piedra que cayó, se convierte en el primer hombre rescatado de la cara desde arriba en una famosa acción de rescate con 54 hombres (primero emprendido por escaladores voluntarios y guías no suizos).Longhi, que sufría severas congelaciones, cayó cerca de "la Araña" y no pudo ser subido por sus compañeros.La montaña conserva su fama asesina, con la muerte, en 1963, de los aragoneses Alberto Rabadá y Ernesto Navarro, que intentaban ser los primeros españoles en lograr la Nordwand.En 1991 Jeff Lowe hizo el primer ascenso, ruta Metanoia, cara norte, solo, en invierno, y sin sujeciones.
El Eiger y el Mönch desde cerca de Kleine Scheidegg .
Vista cercana de la cara norte desde la arista oeste.
Vista desde la estación de ferrocarril de Kleine Scheidegg .
El Eiger desde el lado este (y el Mönch detrás).
En la travesía Hinterstoisser.
La ruta Heckmair.
Caída de rocas sobre el valle del glaciar Grindelwald inferior .
Maximilien de Meuron en el Eiger en el Siglo XIX.