Franz Meyer
Primero lo educó su madre, luego un tutor en casa y por último se formó en el liceo de Rastatt.Tras la fuga de Napoleón desde la isla de Elba, su padre, monárquico y que había acogido a emigrados franceses de la Revolución, inquieto por lo que podía sobrevenir, decidió enviarlo a un internado suizo en Saint Blaise (Neuchâtel), donde aprendió bien el francés y las disciplinas propias del comercio y desde donde hizo un pequeño viaje a Milán.[1] Franz Meyer comenzó su Diario, compañero de casi toda su vida, con un informe sobre un viaje a Milán que hizo con sus condiscípulos del internado suizo, cuando contaba apenas dieciséis años.Sus notas sobre el viaje a Londres y el norte de Inglaterra ya las hizo en 1821 durante su propia estancia allí.Estos anuarios debían ser publicados en tres volúmenes por Sebastian Diziol, de los cuales solo han salido los dos primeros.