Depuis le jour

Aunque los métodos de enseñanza vigentes en los establecimiento oficiales han reducido progresivamente el estudio del latín, debe mantenerse en los seminarios menores, pues es la llave para el acceso a las ciencias sagradas.

Por lo demás, aunque en los seminarios, tanto menores como mayores, se debe incluir el estudio de las ciencias físicas y naturales, no es necesario que se expliquen todas sus aplicaciones, La encíclica repasa a continuación las materias que han de ser objeto de estudio en los seminarios: la Teología dogmática y la Teología moral, la Sagrada Escritura, la Historia Eclesiástica y el Derecho Canónico, que son las ciencias propias del sacerdote y cuyo estudio, iniciado en el seminario mayor, debe continuar durante el resto de la vida.

Por esto, Sixto V, refiriéndose a la teología escolástica, la llama don del cielo y pide que se mantenga.

Ate todo, es necesario que el celo sacerdotal esté acompañado de discreción, rectitud y pureza.

Esta discreción para elegir los medios que han de ponerse en cada caso es esencial en los tiempos turbulentos que atraviesa la sociedad, pues medios excelentes en sí mismos pueden dar resultados desafortunados: Este inconveniente se evitará si procuran ajustarse al orden establecido por la autoridad y las reglas de la disciplina.