En la mitología griega, los dáctilos (Δάκτυλοι / Dáktyloi: «dedos») fueron una raza arcaica de hombrecillos fálicos relacionados con la Gran Madre, bien Cibeles o Rea, démones o númenes divinos de menor rango, como los curetes, cabiros y coribantes.
[4]Los cabiros (Kabeiroi), cuyo hogar sagrado estaba en la isla de Samotracia, fueron considerados por Diodoro Sículo dáctilos ideos que habían llegado al oeste desde Frigia, habían tomado a Orfeo como discípulo y celebraban prácticas mágicas, misterios y ritos de iniciación.
Los dáctilos del Ida eran unos genios divinos, magos y artesanos de los metales, que acompañaban a la diosa Rea-Cíbele.
Mucho le imploraba con súplicas el Esónida que apartara las tempestades, mientras vertía libaciones sobre las víctimas ardientes».
Y cuando nació Zeus, Rea encargó la custodia de su hijo a los dáctilos del Ida, llamados también Curetes; ellos vinieron del Ida de Creta: Heracles, Peoneo, Epimedes, Yaso e Idas.
Otros escritores han contado el mito de forma diferente, complicando las dificultades una tras otra.