Coribantes

En la mitología griega, los coribantes (en griego antiguo Κορύϐαντες Korúbantes), llamados cirbantes (Kurbantes) en frigio, eran bailarines míticos tocados con un casco, que celebraban el culto de la gran diosa frigia Cibeles, tocando el tamboril y bailando.Los curetes, con quien se les asocia a menudo[1]​ e incluso a veces se les identifica,[2]​ eran los nueve bailarines admiradores de Rea, la equivalente cretense de Cibeles.[3]​ En cuanto a su ascendencia, según Apolodoro son los hijos de Apolo y la musa Talía.Antaño le hallaron los coribantes en las montañas, cubierto por un velo de color púrpura vinoso, como un infante astado, allá donde Ino se lo había confiado a Místide la niñera, la madre de Corimbo.En aquel momento todos acudieron desde la famosa isla: Primneo, Mimas, el de pies corredizos, Acmón el errabundo, Damneo y Oquítoo el belicoso.[12]​ Los coribantes frigios fueron identificados a menudo con otras fraternidades masculinas extáticas, como los dáctilos ideos o los curetes cretenses, divinidades de juventud (kuroí) que cuidaron de Zeus durante su corta infancia.En el mito griego de su nacimiento, el rito de las lanzas y escudos que entrechocan se interpreta como un medio para cubrir los gritos del niño-dios e impedir que su padre Crono lo descubra.
El baile coribante , ilustración del Dictionary of Greek and Roman Antiquities de William Smith (artículo «saltatio»).