El nombre en realidad no es un teónimo sino un patronímico, es decir, son las «hijas de Hecatero», que a su vez sugiere un «centenar», probablemente por la prolífica descendencia.
Robert Graves conjetura que las cinco dáctilos femeninas son los cinco dedos de la mano izquierda, mano que se reserva para las hechiceras.
[3] West, estudiando acerca del Catálogo de mujeres, corrige «Hecateo» por «Doro».
[4] Este dato pudiera parecer sorpresivo pero ya tenemos precedentes que lo atestiguan.
[5] Ftía y Jantipa, por ejemplo, están atestiguadas en relación a Doro.