Su esposa, Mariana Victoria, era una amante de la música y la caza, pero fue siempre una mujer seria, a la que no le gustaban los asuntos políticos que atañían al rey, y no tuvo complejos en manifestar este desagrado en público.
El matrimonio tuvo cuatro hijas: José I era un devoto católico y le apasionaba la ópera.
[1] La historia del reinado de José estuvo marcada por la política dictada por el propio Melo.
A continuación, José I implementó una serie de medidas económicas que han sido descritas como dirigistas.
El terremoto hizo además que José I desarrollara una fuerte claustrofobia y ya no se sintió cómodo viviendo entre cuatro paredes.