Día festivo

Existen muchos tipos de días festivos que varían según el país, la cultura y la religión, pero todos comparten el mismo objetivo de brindar un respiro a la rutina diaria, ya sea a través del descanso, el homenaje o la celebración.

El día feriado es aquel que no es día laborable (en el ámbito laboral) o que no es día hábil (en el ámbito procesal), y puede ser el domingo (en la mayoría de los países del mundo), el sábado (en los países influidos por la cultura judía) o el viernes (en los países influidos por la cultura islámica), además de otros días declarados festivos.

Además, un día festivo es una fecha del calendario que resalta de forma especial, y habitualmente suele ser feriado.

Todas las culturas y naciones celebran diferentes eventos durante el año, en fechas específicas de tipo cultural, político o religioso.

Esto es especialmente cierto para aquellas festividades que han combinado y absorbido rituales, matices o prácticas de creencias no cristianas en la celebración, así como aquellas festividades que distraen o reemplazan la adoración a Jehová.

Por ejemplo, las ideas navideñas como decorar árboles y colores (verde, rojo y blanco) tienen ideas muy similares a la Wicca moderna (una creencia pagana moderna) Yule, que es un Sabbat menor de la rueda del año.

Los días festivos nacionales son aquellos que se celebran en todo un país para conmemorar eventos históricos de gran importancia.

Otro ejemplo son las fiestas patronales, celebraciones en honor a los santos patronos de diferentes localidades.

Estas celebraciones están relacionadas con eventos históricos, culturales o religiosos que tienen un valor especial en una determinada área geográfica.

Finalmente, existen días festivos que, si bien pueden tener un origen tradicional o cultural, han sido aprovechados por el mercado para promover el consumo.

Días como el Black Friday, el Cyber Monday y otros eventos de ventas masivas, aunque no son festivos tradicionales, se han ganado un lugar importante en los calendarios comerciales y en la vida cotidiana de muchas personas, sobre todo en países con economías orientadas al consumo.

[3]​ Asimismo, existen diversos aniversarios no tipificados como feriados, en los cuales se recuerdan acontecimientos generalmente de tipo contemporáneo y que pueden incluir actividad social o cobertura mediática, pero que permanecen como días laborables.

Así mismo se han implementado desde 2011 mediante el Decreto 1585/2010 los denominados feriados puente con fines turísticos.

Los que coincidan con los días jueves y viernes serán trasladados al día lunes siguiente.

En general, los feriados son válidos en todo el territorio nacional, excepto dos, que solo cubren a localidades específicas.

Con todo, cinco feriados gozan del estatus añadido de «irrenunciable», en que la ley prohíbe el funcionamiento de las áreas productivas y del comercio que normalmente sigue operando durante un feriado común.

En 1932, el decreto ley 636[8]​ repuso el feriado del 20 de septiembre, que se mantuvo vigente hasta 1944.

[9]​ En 1968, con motivo de la reforma al calendario litúrgico efectuada después del Concilio Vaticano II, la ley 16840[10]​ eliminó los feriados de San Pedro y San Pablo, Ascensión del Señor y Corpus Christi.

La Iglesia católica acordó con el gobierno de la época celebrarlos el domingo más cercano, conforme al indulto concedido por la Santa Sede para los países que así lo solicitaran.

En 1973, la Junta Militar derogó el feriado del 12 de octubre,[11]​ pero lo restableció al año siguiente.

En 1988, la ley 18700[16]​ estableció que los días de elecciones presidenciales y plebiscitos debían ser feriados.

Este feriado regional ha abierto las puertas a los clamores de otras regiones, por lo que ahora se tramitan en el Congreso varias leyes que buscan lo mismo en las regiones de Tarapacá, Antofagasta, Los Ríos, etcétera.

Desfile durante el Día de Independencia