[1] Sus padres habían contraído matrimonio en el año 1197, aunque debido a los lazos de parentesco que les unían, se separaron en 1204, después de haber sido excomulgados por el papa.
Y tanto la infanta Constanza de León como su tía, la infanta Constanza de Castilla, que era hija de Alfonso VIII, y con la que conviviría durante años en el monasterio de las Huelgas, nacieron en la época en que el cenobio fue entregado a la Orden del Císter, disponiendo la familia real castellana del derecho o posibilidad de hacer los votos en la Orden desde 1199, lo que ha llevado a pensar a algunos historiadores, como Carlos Manuel Reglero de la Fuente, a pensar que ambas infantas fueron oblatas.
Sin embargo, otros autores afirman que no existen documentos que avalen la condición de monjas de ambas infantas, a pesar de que así ha sido consignado por numerosos historiadores,[5] y en un fragmento de la Crónica de veinte reyes, se afirmó expresamente que «cuenta la estoria quel rrey de León ouo en la rreyna doña Berenguella, su muger, dos fijos, Don Ferrando e don Alfonso, e dos fijas, doña Costança, que fue monga, señora de la las Huelgas de Burgos, e doña Berenguella, que fue casada con don Juan Bretaña.».
[4] La presencia de ambas en el monasterio consta desde 1222, y en general, como indicó Reglero de la Fuente, en un «segundo plano» y siempre por detrás de la abadesa, ya que mientras vivió Alfonso VIII y debido a su corta edad, no tuvieron una importancia destacada.
[16] Durante la Guerra de la Independencia Española, el monasterio de las Huelgas fue saqueado por las tropas francesas y la mayoría de sus tumbas profanadas,[17] pero durante la exploración del monasterio llevada a cabo a mediados del siglo XX por el arqueólogo e historiador Manuel Gómez-Moreno, se fotografió la momia de Constanza de León, que destacaba por su magnífica conservación,[18] y se comprobó que conservaba el cabello, las tocas de gasa, el hábito blanco y negro y los zapatos.