Las tres obras fueron escritas para Bärmann y están dedicadas a él.
[3] El rey Maximiliano I de Baviera encargó al compositor dos obras para que fuese interpretadas por Bärmann.
Por lo tanto, el maestro alemán estuvo trabajando al mismo tiempo en los Conciertos para clarinete n.º 1 y n.º 2.
[5] La primera edición de la pieza se cree que fue llevada a cabo en 1813.
[6] La partitura está escrita para un clarinete en si bemol solista y una orquesta formada por:[6] El concierto consta de tres movimientos:[6] Norman Heim considera que el Concierto para clarinete n.º 2 es “técnicamente y rítmicamente más exigente, pero musicalmente menos profundo que el Concierto para clarinete n.º 1.