Ahora en manos rebeldes, el Huáscar se hace a la mar con el capitán de fragata en licencia Luis Germán Astete al mando.
Sin embargo, después de que abordó a la fuerza algunos barcos mercantes británicos, las autoridades británicas enviaron a la fragata HMS Shah y a la corbeta HMS Amethyst, bajo el mando del contralmirante Sir Algernon De Horsey, para capturar el barco con autorización y recompensa ofrecida por parte el gobierno peruano de Mariano Ignacio Prado por su captura.
Piérola arengó a su tripulación, jóvenes entusiastas sin mayor experiencia marina: "Ya la revolución ha terminado, ahora no somos sino unos peruanos a quienes nos ha tocado en suerte defender el honor de nuestro pabellón y el de América entera, ¡¡Viva el Perú!!".
El coronel Marcelino Varela y el teniente coronel Espinosa, presos con centinela de vista en un camarote, solicitaron que se les concediera un puesto cualquiera para participar en la lucha, por lo cual recibieron aplausos y abrazos de sus adversarios políticos.
El Huáscar era un blanco muy difícil de acertar pues sólo tenía 3 pies fuera del agua se mantuvo pegado a la costa y por esto el Shah, debido a su mayor calado, tuvo que mantenerse lejos e impedido de usar sus cañones.
Con la poca efectividad en los tiros por su inexperta tripulación golpista, Astete vio que no conseguía nada cañoneando al inglés e intentó usar su espolón para abordar a los buques británicos alrededor de las 17:00, pero la buena maniobrabilidad de éstos impidió que tuviera éxito, si bien la artillería británica igualmente no hizo demasiado daño al Huáscar.
Al minuto de eso, aprovechando que el Huáscar presentaba su costado, el Shah le disparó un torpedo Whitehead, pero el buque peruano puso su popa para esquivarlo.
La primera vez que se utilizó exitosamente contra un buque de guerra también en una acción nocturna, fue en la guerra civil chilena de 1891, cuando se hundió al blindado Blanco Encalada, al que le lanzaron 5 torpedos, acertándole el último.
El combate también probó la ineficiencia de los cruceros ingleses, por más que tuvieran una tripulación bien entrenada, que en conjunto era superior a la del Huáscar (837 hombres versus 179), ventaja en cañones potentes y ataque por dos flancos a la vez.
Se demostró que era necesario que estos tipos de cruceros tengan alguna protección blindada, dándose origen a los llamados 'cruceros protegidos', aunque fueron Chile y Francia los primeros en tener este tipo de barcos.