Mariano Ignacio Prado

Inició una ascendente carrera militar en 1853, participando en las guerras y revoluciones republicanas del Perú.Volvió al Perú en 1872, con el apoyo del Partido Civil, logrando su segunda elección como presidente constitucional en 1876.[8]​ Fue nombrado prefecto de Tacna en 1858, pasando luego a ejercer el mismo cargo en Arequipa, en 1859.Simultáneamente, en Chiclayo (norte del Perú), se sublevó el coronel José Balta, convergiendo igualmente su movimiento revolucionario hacia Lima.Pero los demás revolucionarios invocaron el respeto a la constitucionalidad y por eso pidieron al segundo vicepresidente del gobierno de Pezet, general Pedro Diez Canseco, que asumiera la presidencia.Este aceptó, y se dirigió a Ayacucho, adonde llegó el 24 de junio.Pezet, que contaba aún con un ejército, no quiso presentar batalla y se retiró, refugiándose en una corbeta británica surta en el Callao.Pero contra lo que esperaba la ciudadanía, no adoptó decisiones drásticas con respecto al problema con España.Tras cinco horas de enfrentamiento, la escuadra española se retiró sin lograr sus objetivos, que eran arrasar todas las defensas del Callao e incendiar el puerto.[22]​ No obstante, los mandos españoles aseguraron que la victoria había sido suya, por una serie de razones, a saber:[23]​ Por su parte, los peruanos y sus aliados afirmaron que la victoria había sido para sus armas, alegando estas razones:[23]​ Sea como fuese, lo cierto es que todo el Perú quedó convencido de su triunfo y se hicieron grandes celebraciones en todo su territorio, a las que se sumaron el resto de países de la Alianza.En el Perú se celebra desde entonces el 2 de mayo como una fecha cívica importante, y se cuenta a José Gálvez Egúsquiza entre los mayores héroes nacionales, pero hay opiniones divididas en cuanto a su significado: mientras que para unos fue una formidable victoria que ratificó la independencia obtenida en 1824, para otros solo tuvo un valor moral como muestra de dignidad frente a la intromisión de una potencia extranjera.[33]​ Pero como al mismo tiempo Prado era el candidato electo en dichos comicios, este mandato provisorio resultaba ser una anomalía.Dos días después, el 31 de agosto, Prado fue proclamado Presidente Constitucional, aunque su mandato resultaría efímero.[44]​ Al respecto, se sabe que en Chile tenía en arriendo perpetuo una propiedad de Guillermo Gibson Délano.Se dijo también que el gobierno chileno dio apoyo o aquiescencia a su proyectada revolución.[8]​ Prado tuvo muy buenas relaciones con el presidente civilista Manuel Pardo, que había sido su secretario de Hacienda bajo su dictadura.El Partido Civil se aprestaba a lanzar su candidato, pero la persona sindicada para ello, José Simeón Tejeda, falleció poco antes de iniciarse la campaña.Los civilistas, debido a sus disensiones, no se pusieron de acuerdo en nombrar candidato, y fue entonces cuando surgió la idea de apoyar al general Prado, visto su prestigio como hombre público no solo a nivel nacional sino continental.[53]​ En junio de 1877 estalló una tentativa subversiva en el Callao, maquinada por algunos civilistas, que fue debelada rápidamente.[54]​ Involucrado el expresidente Manuel Pardo en esta intentona, tuvo que salir del país, rumbo a Chile, aunque volvió al año siguiente, tras ser elegido senador por Junín.Se cuenta que Pardo, no bien arribó al Perú, visitó a Prado y le advirtió de una inminente amenaza de guerra con Chile, ante lo cual, según él, no había sino dos alternativas: o evitarla o prepararse para enfrentarla.Ello, en vista que los comisionados encargados de tal labor habían fracasado repetidamente.[8]​ Un detalle significativo fue que Prado partió al extranjero dejando en el Perú a su esposa y a sus hijos, los mayores de los cuales se encontraban peleando en el teatro de guerra del sur.La prensa condenó también el viaje con severos calificativos; y como era inevitable, la ciudadanía pronto siguió esa línea de opinión.Se agravaba más la situación al quedar el poder en manos del vicepresidente Luis La Puerta, un militar bastante anciano.[66]​ En el puerto del Callao, Prado fue despedido por diversas autoridades; no hubo pues, por ningún lado, una fuga intempestiva o furtiva, como la leyenda lo ha pintado.No obstante, hay quienes consideran que la autorización congresal solo se refería a ausentarse en la zona correspondiente al frente de guerra, es decir, las fronteras de Bolivia y Chile, mas no a latitudes tan lejanas como Europa o los Estados Unidos.Piérola también suspendió la adquisición del Steven's Battery, lo que fue una decisión acertada, pues se trataba de una batería flotante destinada a la defensa portuaria y que no habría soportado un viaje en aguas oceánicas desde Nueva York.Cuando pisó suelo peruano, numerosas personalidades le recibieron, entre ellas el edecán del presidente Cáceres.Fue enterrado en el Cementerio Presbítero Maestro, en donde actualmente se encuentra junto a su hijo Manuel Prado Ugarteche.
Mariano Ignacio Prado, dictador en 1866.
Mariano Ignacio Prado, dictador en 1866.
El Combate del Dos de Mayo del Callao.
Sitio de Arequipa de 1867. Estampa de Ignacio Merino . Al extremo derecho se ve representado al presidente Mariano Ignacio Prado montado en caballo, dirigiendo el ataque a la ciudad. Al fondo, el volcán Misti.
El Presidente Mariano Ignacio Prado.
Mariano Ignacio Prado, de civil, en Francia.
Tumba de Mariano Ignacio Prado en el Cementerio Presbítero Matías Maestro .