Sin embargo, el concepto de proceso cognitivo se aplica también a entidades artificiales, así como conscientes o inconscientes.
La cognición está íntimamente relacionada con conceptos abstractos tales como mente, percepción, razonamiento, inteligencia, aprendizaje y muchos otros que describen numerosas capacidades de los seres humanos y de otros animales (cognición animal).
En psicología e informatica, el concepto se refiere a las funciones, procesos y estados mentales de agentes inteligentes, con un enfoque particular en procesos tales como comprensión, inferencia, toma de decisiones, planificación y aprendizaje.
Daba gran importancia a que sus estudios se basaran en pruebas empíricas, es decir, en información científica obtenida mediante la observación y la experimentación concienzuda.
[3] A medida que la psicología surgía como un floreciente campo de estudio en Europa, a la vez que ganaba adeptos en América, científicos como Wilhelm Wundt, Herman Ebbinghaus, Mary Whiton Calkins y William James ofrecerían sus aportaciones al estudio de la cognición humana.
[4][5] Aunque las contribuciones de Wundt no son en absoluto mínimas, los psicólogos modernos consideran que sus métodos son demasiado subjetivos y optan por basarse en procedimientos más objetivos de experimentación para sacar conclusiones sobre el proceso cognitivo humano.
Hermann Ebbinghaus (1850-1909) realizó estudios cognitivos que examinaban principalmente la función y la capacidad de la memoria humana.
[7] Su trabajo influyó mucho en el estudio de la posición serial y su efecto en la memoria (que se analiza más adelante).
En su lugar, optó por centrarse en la experiencia del aprendizaje humano en la vida cotidiana y su importancia para el estudio de la cognición.
Esta habilidad, fundamental para la vida diaria, permite representar mentalmente metas y diseñar las etapas necesarias para lograrlas.
No obstante, se ve comprometida en múltiples condiciones neuropsiquiátricas como el TDAH, la depresión, la esquizofrenia y diversos tipos de demencia.
La corteza frontopolar, por otro lado, facilita la ramificación cognitiva, es decir, la capacidad de alternar entre metas principales y secundarias, una función esencial en la multitarea.
También se observa la participación de la corteza cingulada anterior, que monitorea el desempeño y corrige errores en tiempo real.