Entre octubre y diciembre de 1893 con destino en Melilla vive sus primeros combates.Según Rafael Cansinos Assens, Ciges, que era "Tácito convertido en novelista" hizo con esta tetralogía unas "memorias literarias de un español que narra sin énfasis alguno la vicisitudes de una juventud azarosa".Los vencedores se publicó en 1908 y todos los ejemplares que llegaron a Asturias fueron adquiridos por los dueños de la Fábrica.Dos años más tarde vería la luz Los vencidos (1910), donde el autor retrataba la vida en otras dos cuencas mineras: Río Tinto y Almadén.Otras obras suyas son una biografía de Joaquín Costa (Joaquín Costa, el gran fracasado, 1930) y, en 1932, el estudio histórico (España bajo la dinastía de los Borbones, 1701-1931).El vicario (1905) trasciende todo anticlericalismo para revelar la figura de un sacerdote preocupado realmente por las responsabilidades del hombre en sus aspectos materiales y terrenales, prefigurando el San Manuel Bueno, mártir, de Unamuno.El juez que perdió la conciencia (1925) es autobiográfica al revelar sus propias experiencias como candidato a las elecciones de 1923, y resulta una ilustración del regeneracionismo según Costa y su visión del caciquismo político español.Se desvela toda la rica gama de enredos, aseñanzas, trucos, palos, encarcelamientos de contrarios, enchufismo, etc. en que consistía una elección para diputados, que hoy parece imposible.
Consuelo Martínez Ruiz y Manuel Ciges Aparicio, con su hijo Manuel al brazo.
Retratado en
El Liberal
con motivo de la publicación de su novela
Circe y el poeta
(1926)