[2][3] Los precipitados que causan la chatoyancia en el crisoberilo proceden del rutilo, un mineral compuesto fundamentalmente por dióxido de titanio.
Para que una gema muestre mejor este efecto debe estar tallada en cabujón (redondeada con una base plana en lugar de facetada), con las fibras o estructuras fibrosas paralelas a la base de la gema acabada.
Los mejores ejemplares muestran una única banda de luz nítidamente definida que se desplaza por la piedra al girarla.
Las especies de gemas conocidas por este fenómeno incluyen el cuarzo, el crisoberilo, el berilo (especialmente la variedad aguamarina ), la charoita, la turmalina, la labradorita, la selenita, el feldespato, la apatita, la piedra lunar, la tomsonita y la escapolita, entre otras.
La figuración adopta diversas formas y se conoce como flameado, lazo, raya de tigre, acolchado, entre otros nombres.