[1] El nombre selenita para designar este mineral fue introducido por el químico y mineralogo sueco Johan Gottschalk Wallerius (1709-1785), quien utilizó el término como sinónimo de yeso transparente.
El mineral era conocido por los romanos, quienes lo denominaban Lapis specularis (piedra espejo o especular).
Aunque en ese tiempo ya se conocía el vidrio, su calidad, llanura y transparencia no eran lo suficientemente buenas como para hacer ventanas.
Según se ha narrado, el emperador Tiberio poseía un invernadero hecho con cristales de Lapis specularis.
[2][3] Se pueden encontrar cristales de selenita enormes en geodas o rocas huecas.