No se los debe confundir con los llamados "chaná-salvajes", uno de los nombres dados por los españoles a los yaros que habitaban en la misma zona, especialmente en Entre Ríos y las riberas del río Uruguay.
En Corrientes se considera que pertenecerían al pueblo chaná las parcialidades mepenes y mocoretaes.
[4] El fuerte Sancti Spiritus que fue el primer asentamiento hispano en la región del Plata, fue fundado en la desembocadura del río Carcarañá en el Paraná en 1527, por el navegante veneciano al servicio de la Corona española Sebastián Caboto.
Sobre el viaje que realizó en el río Paraná en 1528, Diego García de Moguer escribió en su Relación:[6]
Estos caciques, mencionados como de nación Chanas, fueron: Guardiya, Araquí, Canisolo, Caraqua, Yuca, Maguarí, Aguara, Derdian, Maochun, Capiguatin, Cura y Delajan.
[13][14] Cuando fue visitada por el gobernador Diego de Góngora en 1621 estaba sin sacerdote y la población se había dispersado por la viruela.
Para 1673 un empadronamiento en Santa Fe determinó que subsistían 80 chaná-timbúes, 54 chanáes, 20 colastinés y 6 guayquirarós.
Hacia 1662 se fundó la reducción de Santo Domingo Soriano con chanáes y charrúas, que fue trasladada en 1718 a su ubicación actual.
Su cultura y su economía (pescadores, cazadores, recolectores) estaba especialmente adaptada al medio ambiente, viviendo gran parte del tiempo en canoas monóxilas o estableciendo paraderos a orillas de los cursos de agua.
Se considera que, tras la paulatina exclusión de la población indígena en la región durante el siglo XIX, muchos grupos indígenas, entre ellos los chanás, desaparecen como entidades sociales autónomas y se diluye su identidad étnica.