Para definir la cuenca del Orinoco como una región natural, es necesario establecer las características geográficas que la definen, como son la extensión, el relieve, el clima, la hidrografía, la vegetación, los suelos, y los recursos minerales, temas que se presentan a continuación, de manera resumida.
[3] Y existen otras referencias a dicha expedición, por ejemplo, la de Pablo J.
Así pues, la Guayana venezolana constituye, al contrario que los Llanos, una superficie de erosión.
Así pues, este ecosistema tan curioso y pintoresco, es el resultado del modelado eólico en un clima de sabana.
Esta dirección puede variar durante breve tiempo pero a largo plazo se mantiene de manera exacta en dicho sentido.
En la época de lluvias (o invierno) la dirección cambia ligeramente, y procede prácticamente desde el este franco.
Fernando Calzadilla Valdés explica todo este proceso en la parte central del Estado Apure, donde comienza lo que él señala como el Alto Llano, aunque este concepto no se establece con un nivel determinado que en todo el Apure es muy bajo hasta llegar al verdadero piedemonte de los Andes (establecido modernamente, este sí, en la curva de nivel de los 200 m s. n. m.).
En todo caso, la existencia de este clima se reduciría a la costa atlántica del delta del Orinoco, donde actúa la influencia de la corriente ecuatorial del norte (que aquí es prácticamente una corriente de deriva litoral) para hacer que las lluvias sean mucho más importantes en toda la costa común a las Guayanas y a Venezuela, pero que disminuyen bruscamente en Venezuela al avanzar tierra adentro.
En las altitudes mayores se pueden distinguir cuatro o cinco pisos térmicos, climáticos, bióticos o ecológicos según criterios usados por distintos autores y el interés de los mismos en cuanto a su campo de investigación.
Las precipitaciones son elevadas, especialmente en la Guayana venezolana, donde se llega a unos valores muy altos (4000 mm o más) en algunas zonas bastante extensas.
Cuando llegan a superar el techo vegetal y se incrementa la función de la fotosíntesis comienzan a crecer estrangulando al árbol sobre el que se habían apoyado (además de que le obstruyen la luz solar).
Los matapalos más frecuentes pertenecen al género Ficus, como es el caso del caucho natural.
Desde luego, esto no significa que se pueda seguir expoliando el medio geográfico (suelos, vegetación, fauna, producción de contaminantes) sin restricciones hasta llegar a situaciones irreversibles.
La bebida conocida como Amargo de Angostura, por ejemplo, constituye un ejemplo del desarrollo de un tónico desarrollado en Angostura del Orinoco (ahora Ciudad Bolívar) que resultó muy útil desde el siglo XIX ya que, aunque con una composición creada por Johann Gottlieb Benjamin Siegert, y que siempre se guardó en el mayor secreto hasta nuestros días, se sabe que contenía entre sus ingredientes quina (de ahí el sabor amargo) y sarrapia, vegetales cuyos principios medicinales están perfectamente comprobados desde hace más de tres siglos.
La fauna de la cuenca del Orinoco es muy rica en especies, principalmente en cuanto a aves se refiere.
En los ríos llaneros se esconde el temblador o gimnoto eléctrico, especie estudiada por Humboldt y, posteriormente (siguiendo sugerencia del propio Humboldt), por Carl Sachs ([13]) Entre los reptiles están la anaconda, la tortuga con dos variedades típicas de la Guayana, la arrau y la matamata (Chelidae fimbriatus), esta última de un aspecto sumamente extraño, tal como la presentó en una fotografía Volkmar Vareschi en su obra de 1959,[14] los cocodrilos, en particular el caimán del Orinoco (Crocodylus intermedius) con tallas que oscilan entre 5 y 7 m, actualmente se considera amenazado de extinción, así como las babas (Caiman crocodylus) que son similares a los cocodrilos, pero de menor tamaño.
Sin embargo, la vegetación es muy variada, sobre todo en la Guayana venezolana, lo cual equivale a decir que los suelos en la cuenca del Orinoco no tienen tanta relevancia en la determinación de los cultivos o de la vegetación natural, salvo algunas excepciones, ya que otros elementos del medio ambiente, como la temperatura y la pluviosidad, tienen mucha mayor importancia.
Los recursos naturales son sumamente variados, como corresponde a una región extensa que contiene áreas cubiertas por las tres grandes formas del relieve terrestre (mesetas y escudos, llanuras sedimentarias y cordilleras de formación reciente).
A continuación se indican algunos ejemplos de recursos naturales presentes en la cuenca del Orinoco y que son, por lo general, autóctonos.
Al lado de estas plantas útiles, existen muchas otras endémicas cuyo origen es guayanés, como refleja el nombre científico del taparón (Couroupita guianensis) y otros.
(1987), sobre la palma moriche (Mauritia flexuosa), tan útil en la cultura indígena; la de Weibezahn, Álvarez y Lewis, editores (1991), que estudia integralmente a la cuenca del Orinoco como un ecosistema y el ensayo de Maraven (1985), acerca del deterioro ambiental en Venezuela.
Multitud de científicos, artistas, exploradores, pintores, escritores, misioneros, ingenieros, a lo largo de esos 500 años, podrían considerarse como ejemplos del enorme interés que el Orinoco siempre ha despertado en todo el mundo.
En la novela El Mundo Perdido (1912), Sir Arthur Conan Doyle describe una expedición a una aislada meseta de la selva venezolana donde criaturas prehistóricas, incluyendo dinosaurios, continúan viviendo.
En la novela Los pasos perdidos (1953), de Alejo Carpentier, un eminente musicólogo antillano que reside en Nueva York decide emprender la búsqueda de un instrumento musical adentrándose en el sur venezolano, remontando el Orinoco.
Aunque en muchos textos venezolanos y de otros países se cita a la enorme Piedra del Cocuy como el punto trifinio donde convergen las fronteras de Colombia, Brasil y Venezuela, lo cierto es que este relieve granítico, similar a los Panes de azúcar que se encuentran en el macizo brasileño, se encuentra completamente en territorio venezolano.
Este es un fenómeno fácil de explicar, como también se señala en los artículos sobre el río Amazonas y otros.
Pero siempre llegará el momento en el que una sola gota hace que se derrame el agua sobrante y un poco más, quedando la superficie del agua en forma cóncava, por la propia cohesión de los líquidos, que en su salida al derramarse "succiona" algo de agua adicional del propio vaso.
La población indígena no es muy numerosa, al menos desde el punto de vista absoluto, aunque a escala local puede ser predominante en pequeñas poblaciones de los estados Apure, Amazonas, Bolívar, Anzoátegui y Delta Amacuro.
La influencia cultural de estos mineros fue muy importante, hasta el punto de que cuando se oye hablar del folclore guayanés, en Venezuela, se suele pensar en el conjunto musical Serenata Guayanesa, que rescató los bailes y canciones traídas por los primeros inmigrantes y que hoy se conoce como manifestaciones folclóricas del «calipso venezolano» o Calipso de El Callao.
La cuenca del Orinoco contiene núcleos urbanos muy importantes en Colombia y, especialmente en Venezuela.