Es posible que el término macareo como tal, se aplicara originalmente en español por primera vez al delta del Orinoco, tomando el nombre prestado de la palabra "macareu", con el que los portugueses denominaban al mismo fenómeno presente en el río Amazonas.
[3] Evidentemente "ese rugir tan fuerte", hacía referencia al fenómeno del macareo en las aguas oceánicas próximas a la desembocadura, no por la acción del mar sobre el río, sino por el fenómeno inverso, el de las aguas represadas al salir hacia el mar abierto.
La mayoría de los caños o brazos del delta tienen numerosos meandros formando círculos casi completos y, además corrientes contrapuestas de acuerdo con la fase de las mareas: durante el pleamar, la corriente superficial se dirige río arriba (aunque en el fondo siga fluyendo hacia el mar) y poco tiempo después sucede lo contrario.
En sentido amplio, el fenómeno del macareo o, mejor dicho, el fenómeno oceanográfico que da origen al macareo, es el que explica la formación de un delta en una zona costera plenamente oceánica.
Así pues, la zona que se extiende entre los caños Grande y Araguao presenta unas características similares a un gran estuario compuesto por innumerables brazos que en conjunto presentan un caudal muy superior al resto de los brazos del Delta.
Y este nombre autóctono se refiere al hecho de que viene a ser el segundo límite del Delta por su parte norte.
Manamo es una palabra grave o llana, por lo que no debe acentuarse, como se hace de manera incorrecta, con demasiada frecuencia.
Es el Brazo de mayor longitud y uno de los más importantes que conforman el Delta del Orinoco, especialmente, desde que el Caño Manamo fue cerrado para construir una vía hacia Tucupita, la capital del Estado Delta Amacuro.