Julio Civilis

Cayo o Gayo Julio Civilis (en latín, Gaius Iulius Civilis)[a]​ fue el líder de los bátavos (el pueblo germánico que vivía en la zona que ocupan en la actualidad los Países Bajos) en su revuelta contra Roma del año 69 al 70.

Prácticamente toda la Galia se declaró independiente, contemplándose la formación de un nuevo reino galo.

La profetisa germana Veleda predijo el éxito completo de Civilis y la consecuente caída del Imperio romano.

Finalmente llegó a un acuerdo con Cerial, por el cual sus compatriotas recibieron ciertas ventajas sociales y retomaron las relaciones de amistad con Roma.

Las guerras civiles en el Imperio romano ofrecieron una oportunidad para intentarlo y tanto las opresiones de los gobernadores provinciales como la carga conscriptiva avivaron la provocación convirtiéndose en incentivos para la revuelta.

Para entender los sucesos ocurridos en este periodo en las Germanias y la Galia, es necesario recordar que las legiones de Germania consistían en las propias tropas de Vitelio, que se autoproclamó emperador, manteniendo sus pretensiones hasta el último momento.

Los legados, por otra parte, se aliaron desde el inicio con Vespasiano, siendo acusados no sin razón de connivencia con los traidores en la insurrección del Rin.

[5]​ Fueron enviados mensajeros para asegurarse el apoyo de los cananefates, otra tribu germánica que vivía en la misma isla, y otros para pedir la fidelidad de las ocho cohortes bátavas que habían servido en Britania, estacionadas en Mogontiacum (actual Maguncia) como parte del ejército romano del Rin.

Ante esto, Civilis, aún disimulando, acusó a los prefectos de deserción, pues habían abandonado sus campamentos.

Cuando Civil le presentó batalla, el ala batavia del ejército de Luperco desertó inmediatamente.

El resto de los auxiliares huyeron, y los legionarios se vieron forzados a retirarse hacia Vetera Castra, la gran ciudad-campamento que Augusto había fundado en la orilla izquierda del Rin como cuartel general de las operaciones contra Germania.

En su retorno, derrotaron a las fuerzas de Herenio Galo que acampaban en la actual Bonn.

Los legados romanos Mumio Luperco y Numicio Rufo, mientras tanto, reforzaron las fortificaciones de Vetera Castra.

Los ubios se mostraron especialmente tenaces, sufriendo el castigo de Civil en consecuencia.

Tácito acredita este hecho afirmando que el reo fue apuñalado hasta la muerte por los germanos en ese mismo lugar.

Los informes de estos eventos fueron transmitidos a Roma, y con el tiempo, Muciano envió un inmenso ejército al Rin, al mando de Quinto Petilio Cerial y Anio Galo.

Cerial tuvo por tanto pocos problemas para derrotar a los treviros y recuperar su capital.

Colonia defeccionó entonces a los romanos, pero Civil y Clásico resistieron valientemente hasta el final.

Tras reforzar su ejército con tropas germánicas, Civil acampó en Vetera Castra, hacia donde se dirigió Cerial al mando de nuevas fuerzas.

La conspiración de Julio Civilis ( Rembrandt , 1661). Muestra un juramento bátavo a Julio Civilis, cabecilla de la rebelión batavia contra Roma en el año 69
Cerial muestra clemencia con los soldados que desertaron al enemigo, 69-70. Grabado de Antonio Tempesta (1612). Ámsterdam , Rijksmuseum .
Claudius Civilis , obra de Jean-Louis Van Geel ubicada en el parque Tervuren en la provincia de Brabante Flamenco . La estatua fue creada en 1820-1821 y restaurada en 2013.