Los téncteros (del latín Tencterī o Tenctherī) fueron un pueblo germánico, citado por primera vez por Julio César.
Ocupaban junto a los usípetes una región del interior de Alemania hasta que fueron expulsados por los suevos.
César los apresó y atacó de nuevo a los germanos que, sin sus cabecillas, fueron fácilmente vencidos.
Una parte de sus efectivos se retiró al Rin, donde fueron atrapados y la mayoría muertos en combate o ahogados.
[1][2] Los téncteros se juntaron con los sugambros, estableciendo capitales en Budaros (Düsseldorf) y en la fortaleza de Divítia (Deutz).