Las fichas monetiformes o tokens fueron muy utilizadas entre los comerciantes de pieles y los aborígenes norteamericanos tramperos, ya que agilizó el pago por las pieles de «castor hecho» o «castor construido» (MB o made beaver, en inglés) que era aquella del macho adulto en buen estado recolectada durante los meses de invierno, desgastada durante un año y lista para procesar, transformado en un principio en una unidad de cuenta para el trueque que se hacía antiguamente, que logró materializarse en metálico.
Por otro lado, en la pequeña isla de Nutca, adyacente a la gran isla de Vancouver, en 1788 comenzó a circular los dólares españoles que se habían transformado en una moneda internacional, ya que se fundó un establecimiento británico llamado Friendly Cove para hacer un comercio con las pieles de nutria y castor entre los aborígenes Nuu-chah-nulth con los chinos pero fueron desalojados por los españoles en 1789, al mando del capitán español Esteban José Martínez que construyó una batería de cañones y un establecimiento llamado Santa Cruz de Nuca pero el cual sería desmantelado a los tres meses por orden virreinal.
Con el comienzo de las guerras napoleónicas en Europa en 1803, distrajo los esfuerzos colonizadores del territorio y por el Tratado Adams-Onís de límites hispano-estadounidense, este adquirió los derechos españoles en la zona en 1819 pero pasarían algunas décadas para colonizar el territorio nuevamente, lo que fue aprovechado por la Compañía de la Bahía de Hudson (que en 1821 absorbió a la Compañía del Noroeste) para avanzar con los puestos más sureños, como los fuertes Vancouver en 1824 y Oregón en 1829 (posteriormente fueron erigidos el fuerte Umpqua en 1832 y en 1834 los fuertes Hall y Boise), y en donde circuló el dólar del ancla hasta 1831, al igual que en la vecina isla de Vancouver, ya que sería remplazado por los peniques de plata del chelín colonial.
[5] En el territorio de Nueva Caledonia se utilizaron hasta 1858 por crearse la Colonia de la Columbia Británica,[6] la cual seguiría utilizando solo los chelines coloniales hasta que comenzarían a escasear en 1861,[1] por lo que emitió papel moneda del dólar britanocolombiano en 1862 y con amago de acuñación monetaria pero solo se hicieron modelos (patterns en inglés),[7] que pasó a utilizarse también en la isla de Vancouver pero al no acuñar monedas propias ambas colonias usaron desde 1865 las del dólar canadiense y se unieron en una sola colonia en 1866, para adherirse ambas —como lo hicieron el año anterior los territorios remanentes de la compañía— al Dominio del Canadá en 1871.
[3] La paridad de un castor hecho y la libra esterlina era que 100 pieles de castor hecho, fabricado o preparado o 100 fichas de «castor hecho» equivalían a cuatro chelines y seis peniques, que se distribuían en tres chelines para los gerentes y un chelín con seis peniques para los capitanes, por lo que 1 «castor hecho» equivalía a ½ penique.