En 1786 la Alta California se había vuelto casi autosuficiente y cuando la paz con Gran Bretaña fue restaurada, después del Tratado de París, se hicieron de nuevo posibles más viajes a las costas del Pacífico.
Buscando evidencias del comercio de pieles ruso las naves se dirigieron hacia el oeste.
En junio Haro alcanzó la isla de Kodiak y supo por los indígenas que había un puesto ruso cerca.
Narváez se reunió con el comandante ruso, Evstrat Delárov y lo llevó de regreso al San Carlos para que se entrevistase con Haro; luego lo devolvió a su puesto de avanzada.
Después del encuentro, Haro navegó hacia el este y se unió a Martínez en la isla Sitkinak.
También le confirmó que los rusos tenían previsto tomar posesión de Nootka Sound al año siguiente.9 Zaikov le explicó que dos fragatas rusas estaban ya en camino, y una tercera iba a navegar hasta el Nootka Sound.
[3][4] La visita a Unalaska marca el punto más occidental alcanzado durante los viajes españoles en la exploración de Alaska.
Martínez había permitido esto, pero ordenó a Haro reunirse con él en Monterey, California.
[2] En 1789, el Virrey de la Nueva España, Manuel Antonio Flores, instruyó a Martínez para que ocupase preventivamente el estrecho de Nutca para construir un asentamiento y una fortaleza y dejar claro que España estaba erigiendo un establecimiento oficial.
Poco después llegaron a la isla dos barcos británicos más, la balandra Princess Royal (Princesa Real), al mando de Thomas Hudson y la goleta Northwest América.