Fungió como trinchera de la intelectualidad liberal marabina durante la llamada “época dorada” del Zulia, anidando emprendimientos que contribuyeron a posicionar a Maracaibo entre las ciudades más avanzadas de Suramérica.[4][5] Fue igualmente cuna de proyectos destinados al desarrollo social y científico del Estado Zulia, entre ellos el ideario para la creación del hoy Hospital Universitario de Maracaibo, cuya génesis se remonta al siglo XIX.[6][7] “La Casa de la Libertad” pertenece a la Parroquia Bolívar del Municipio Maracaibo, en el Estado Zulia.[9] La leyenda de la “Casa de la Libertad” comenzó a tejerse a finales del siglo XIX, cuando fue adquirida por la viuda y los hijos del general zuliano Eduardo Pérez Fabelo, que ocuparon el inmueble durante casi un siglo.Esta situación en el plano de las ideas era similar en toda Hispanoamérica, pero comenzaría a transformarse hacia la segunda mitad del siglo XIX.[11] Al iniciarse la vida republicana, se abrieron espacios para enriquecer ese concepto de libertad y surgió uno más amplio y más acorde con el nacimiento de una nación.Los zulianos, en particular, se acoplaron rápidamente al nuevo paradigma y fueron construyendo una férrea identidad, sustentada en el progreso de su región.Su comercio pujante inauguró la primera tienda por departamentos de Venezuela, la Casa Mac Gregor, mientras la vida del puerto era reseñada con ilustraciones por la primera revista editada en el país, El Zulia Ilustrado.[2][13] Todo ello se logró gracias a la sociedad marabina que, sobreviviendo el autoritarismo del gobierno central, con sede en Caracas, se volcó en proyectos que llevarían al Zulia a su momento cumbre.Particularmente dentro de la Medicina local, que vivía una controversial transformación y generaba fuertes polémicas.Tuvo un rol importante en los proyectos que se iniciaron en la “Casa de la Libertad”, porque hacía las veces “lobby al aire libre”.[20] La adhesión del nuevo rector a las ideas positivistas y evolucionistas chocó fuertemente con sus contemporáneos, muchos de los cuales formaban parte de círculos académicos que defendían el creacionismo y la escolástica.Este periódico fue concebido como una estrategia para difundir las ideas del rector y sus seguidores, ferozmente atacadas por algunos diarios de Maracaibo.[20][10][4] La creación del periódico se concreta en el gran salón de la residencia.Ello fue posible gracias a dos influyentes personajes zulianos que apoyaron al rector desde el comienzo.[22] La llegada de Néstor Luis Pérez al Concejo Municipal cambió radicalmente el panorama.[22][3] Desde el comienzo de su gestión, y enfrentando múltiples amenazas, Pérez impidió al gobierno local su interferencia en las decisiones del cabildo.Los ediles permanecieron sesionando a puerta cerrada durante tres días hasta que lograron trazar una estrategia y regresar al edificio del Concejo.Se inclinaba por los aliados y ello, aunque atraía a los lectores del Zulia y de la capital, enfurecía al dictador, que no había podido clausurarlo debido al prestigio moral del diario.[9] La edición simultánea del diario en la capital corría a cargo de su hermano Carlos López Bustamante, quien desde el centro del poder informaba a Maracaibo los detalles sobre la represión y la censura en Caracas.[5] La “Casa de la Libertad” se convirtió entonces en un lugar vigilado por hombres armados, día y noche.El Director adjunto del periódico, José Rafael Pocaterra, que se trasladaba a la residencia diariamente, se vio en ocasiones obligado a pernoctar en la “Casa de la Libertad” temiendo por su seguridad.El cable del telégrafo también informaba sobre la orden dada por Gómez de llevar a prisión a Eduardo López Bustamante y sobre la inminente clausura de las oficinas del diario en Maracaibo.Estaba arraigado en la sociedad marabina, cuyos líderes siguieron congregados en la residencia, y la aspiración de realizarlo se mantuvo viva.[7] Con Gómez en el poder durante 27 años y los líderes zulianos en cárceles o exilio, las disertaciones desaparecieron de la residencia.Muchos personajes ilustres, locales y nacionales, se dieron cita en el gran salón, antes de que Pérez se trasladara a Caracas para iniciar el desarrollo industrial de Venezuela.Por muchos años fue habitada por una de sus hijas, Graciela Pérez Luzardo, hasta su fallecimiento ocurrido en 1976.
Ubicación de la “Casa de la Libertad” en el casco central de la ciudad de Maracaibo
Plaza Rafael María Baralt en el siglo XIX, centro emblemático de la ciudad de Maracaibo
Aviso de la Empresa de Luz Eléctrica de Maracaibo, que convirtió a la ciudad en la primera de Venezuela en contar con alumbrado eléctrico
Portada de
El Zulia Ilustrado
, primera revista de Venezuela, editada en Maracaibo a finales del siglo XIX
Tranvía en el centro de Maracaibo, frente a la
Casa Mac Gregor
, primera tienda por departamentos de Venezuela
Antesala de la residencia, mejor conocida como el “Paraqué”
Ángulo del gran salón con vista a la Calle Carabobo
Plano general del aljibe de la residencia, donde se recogía el agua de lluvia para el uso doméstico
Salón de recepciones de la residencia. En las paredes se observan los retratos del general Eduardo Pérez Fabelo y su esposa Adela Luzardo de Pérez, así como también la corona donada por la Sociedad de Mutuo Auxilio de Maracaibo el día del entierro del general
Consolas del gran salón de la residencia, también conocido como “Salón de los Espejos”
Primer número del periódico "La Universidad del Zulia", fundado por Francisco Eugenio Bustamante en 1898
Doctor Francisco Eugenio Bustamante Urdaneta, fundador del periódico "La Universidad del Zulia"
El editor zuliano
Eduardo López Rivas
, propietario del Diario "El Fonógrafo" y de la "Imprenta Americana" de Maracaibo
Antonio Bustamante Urdaneta. Filántropo zuliano y soporte económico del periódico "La Universidad del Zulia"