Con la aprobación de las leyes petroleras que presentó al parlamento en 1938, finalizó la Política de Concesiones a compañías extranjeras, se autorizó al gobierno a intervenir en cualquier fase del negocio petrolero y se lograron por primera vez importantes ventajas para el fisco.El padre murió cuando Néstor Luis Pérez tenía apenas doce años de edad.Cuando en 1904 la Universidad del Zulia fue clausurada por el presidente Cipriano Castro, Néstor Luis Pérez se trasladó a la ciudad capital, Caracas.[4] Regresó a Maracaibo con su título de abogado en la mano y un brillante expediente estudiantil.[1] En 1921, Néstor Luis Pérez contrajo matrimonio con Isabel Leboff Pulgar, oriunda de Maracaibo.La familia Pérez Leboff salió al exilio en 1924, a causa de la persecución política del dictador Juan Vicente Gómez.Esta vez se le recluye en La Rotunda, por entonces una cárcel llena de presos políticos enfermos, desnutridos y maltratados.Allí paso nueve años, con grillete y perno en los pies, viviendo condiciones infrahumanas.Las anécdotas de sus luchas contra el dictador desde tierras lejanas, fueron convirtiéndole en una figura mítica en su país, por entonces sumergido en la barbarie «gomecista».Su primera visita a Maracaibo después del exilio constituyó para los zulianos el paso de una leyenda por aquella ciudad.Si bien otro «gomecista», López Contreras poseía una idea más amplia del poder y mostraba mejor disposición para escuchar el clamor popular.Junto a otros civiles ilustres, Néstor Luis Pérez fue llamado por López Contreras para colaborar con su gobierno, que deseaba emprender una futura transición democrática.[7] Entonces la radio echó a volar la noticia de que Néstor Luis Pérez sería designado presidente del estado Zulia.El pueblo se echó a la calle a celebrar hasta el amanecer y los marabinos enarbolaron la bandera nacional en las ventanas y los techos de sus casas; acto entonces sólo obligatorio en las fechas patrias.Néstor Luis Pérez fue el primer ministro venezolano que dio un enfoque nacional a esa industria.El escritor venezolano Alfredo Tarre Murzi, lo describe en su libro «Biografía de Maracaibo» como el primer Ministro de Fomento que se enfrenta resueltamente a las omnipotentes empresas petroleras inglesas y americanas.Entre estas publicaciones destaca «El lago de Maracaibo no pertenece a Venezuela», en la que Pérez hacía referencia a las empresas extranjeras que extraían el petróleo del subsuelo lacustre, pagando impuestos irrisorios y sin rendir mayores cuentas al estado venezolano.A partir de 1936, cuando tomó a su cargo el Ministerio de Fomento, la economía venezolana dio su primer paso hacia la modernidad, al promulgarse las leyes y las instituciones necesarias para el desarrollo económico del país.El pueblo venezolano recibió la noticia con profunda tristeza y la prensa nacional se hizo eco del sentimiento colectivo.