La propuesta central del cartalismo es que el dinero es original y principalmente un instrumento o criatura estatal.
El término mismo fue propuesto por Knapp basado en el latín "charta" o "carta" para referirse a un documento oficial que establece las normas que se aplicaran a algún proceso o fenómeno, como se ve, por ejemplo, en el uso de la palabra "Carta fundamental" para designar las Constituciones de países, etc.[8] La situación que dio origen al cartalismo fue que, a fines del siglo XIX y principios del XX el antiguo sistema monetario (basado en monedas de metales preciosos, principalmente oro) estaba cayendo en desuso.
[9][10] La expansión de tanto la población como la economía misma demandaron una expansión monetaria (incluyendo del crédito) que la cantidad de metales preciosos poseídos por los bancos en la mayoría de los países no podía satisfacer (aunque en otros, principalmente Inglaterra, había gran acumulación del metal[11]), consecuentemente el papel moneda comenzó a adquirir cada vez más importancia.
Al mismo tiempo, la situación, que ha sido llamada caótica[12] creada por la emisión libre de billetes de bancos privados estaba siendo reemplazada con billetes emitidos y respaldados por el Estado a través del Banco Central.
Primero, la población en general aceptó los billetes sin demandar su transformación inmediata en metales preciosos.
Segundo, la expansión monetaria -especialmente la del crédito- sin respaldo real en metálico no dio lugar a una inflación desenfrenada, como se temía.
La respuesta que el cartalismo ofrece es simple pero con implicaciones profundas: el dinero tiene valor porque el Estado así lo determina.
[21] (ver Dinero fiat ) Eso implica que ese Estado puede escoger cualquier cosa como tal.
De acuerdo al cartalismo, la característica central del Estado (o más en general, de cualquier aparato estatal, aun cuando ese sea, como en la antigüedad, basado en consideraciones religiosas) es el poder coercivo sobre aquellos que viven en las regiones que el estado controla (quienes son, en ese sentido, súbditos.
Ese poder coercitivo se expresa en la capacidad de obtener ya sea el trabajo o el fruto del trabajo de esos individuos (en la actualidad, por ejemplo, en la forma de impuestos).. Originalmente ese poder se expresó en forma directa: las autoridades estatales eran despóticas, y la "obligación ciudadana" requería trabajo físico y directo, por ejemplo, construyendo cosas tales como templos, palacios y tumbas o necrópolis, etc.
El origen del dinero se encuentra en ese "sector público", entendido en un sentido amplio.
[28][29] (Sin esa confianza, el dinero fiduciario, en cualquier forma — incluyendo cheques y papel moneda — no tendría ninguna validez[30]).
Sigue, como otra implicación general, que el dinero no puede ser estudiado sin consideración del medio institucional en el cual existe.
[34] Todo lo anterior, junto a las percepciones congruentes de varias autoridades económicas (tales como Thorstein Veblen y Karl Polanyi), influyó fuertemente la obra de Abba Lerner, y, eventualmente dio origen a lo que se llama Teoría Monetaria Moderna.