El Capitolium era considerado por los romanos como indestructible, y fue adoptado como símbolo de eternidad.
En una de las cimas, pues consta de dos llamadas Arx, la del norte, y Capitolium, la del sur, se erigía en lo que se cree fue anteriormente un templo etrusco dedicado a Veiovis, un templo dedicado a la Tríada capitolina compuesta por Júpiter-Saturno-Minerva, tras la influencia etrusca, dado que antes estaba dedicado a Júpiter-Marte-Quirino.
Para el siglo XVI la plaza del Capitolio ya se encontraba rodeada de los edificios hoy conocidos.
A instancias del papa Pablo III Farnesio se llevó a cabo una profunda reforma planificada por el artista y arquitecto Miguel Ángel Buonarroti, uno de los mayores genios del Renacimiento.
La reforma se inició porque el papa quería un símbolo de la nueva Roma para impresionar a Carlos V, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, que iba a visitar la ciudad en 1538.
Si bien los proyectos y las obras comenzaron en 1536 no terminarían hasta muchos años después, en el siglo XVII.
[5] Miguel Ángel tenía que proporcionar un escenario para la estatua y poner orden en una cima irregular ya estorbada por dos edificios medievales en ruinas situados en un ángulo agudo entre sí.
Por último, un tramo de escaleras debía conducir a la plaza cerrada desde abajo, acentuando aún más el eje central.
[5] La secuencia, la cordonata, la piazza y el palazzo central son la primera introducción urbana del «culto al eje» que ocuparía los planes de jardines italianos y llegaría a fructificar en Francia.
[7] La ejecución del diseño fue lenta y poco se completó en vida de Miguel Ángel.
Los tres palacios remodelados encierran un armonioso espacio trapezoidal, al que se accede por la escalera en rampa llamada cordonata.
Miguel Ángel se fijó en el centro para encontrar una solución al desorden capitolino.
Miguel Ángel también dotó al medieval Palacio Senatorio de un campanario central, una fachada renovada y una gran escalera exterior dividida.
[11] En el centro, y no a gusto de Miguel Ángel, se encontraba la estatua ecuestre original del emperador Marco Aurelio.
Miguel Ángel diseñó una nueva fachada para el ruinoso Palazzo dei Conservatori y diseñó el Palazzo Nuovo para que fuera un complemento en forma de espejo, proporcionando así equilibrio y coherencia al desgarrado conjunto de estructuras existentes.
[4] El único motivo arqueado en todo el diseño del Campidoglio son los frontones segmentados sobre sus ventanas, que dan un ligero resorte al equilibrio vertical-horizontal completamente angular del diseño.
Cada pilastra forma una unidad compuesta con el muelle y la columna de cada lado.
La fachada del palacio fue actualizada por Miguel Ángel en la década de 1530 y posteriormente en numerosas ocasiones.
Esta doble escalera de acceso al palacio sustituyó a la antigua escalinata y a la logia de dos pisos, que se encontraba en el lado derecho del palacio.
La parte superior de la fachada fue diseñada por Miguel Ángel con colosales pilastras corintias que armonizan con los otros dos edificios.
Se construyó con la anchura suficiente para que los jinetes ascendieran la colina sin desmontar.