[2] Finalmente, carderil se llama al ingenioso y sencillo soporte que consiste en un palo con muescas para colgar el caldero en las cocinas; es un variante humilde de la llar.En el tesoro del refranero de la lengua española: «Con un caldero viejo se compra otro nuevo» (refiriéndose a la mujer joven que se une a un hombre viejo pensando en su herencia).[6] Esta última referencia de Cirlot al cáliz entra en la 'cadena simbólica jungiana' que enlaza con el Santo Grial, las pilas bautismales del cristianismo, el útero materno y la caverna, como símbolos del principio femenino.[9] Las tres brujas más famosas de la literatura universal probablemente sean las de Macbeth y con ellas su caldero, que es a la vez espejo profético del presente, pasado y porvenir.[10] Por otra parte, la popular y tradicional asociación del caldero con las "brujas", alcanza nuevas dimensiones bajo la mirada de antropólogos como Julio Caro Baroja.