Sophius Muller reconstruyó las piezas para lograr el caldero tal como se ve en la actualidad.
En la temporada 2015–16 estuvo en el Reino Unido, en una exposición itinerante llamada The Celts («Los celtas»).
[8] El caldero no está completo, y hoy está formado por un fondo en forma de copa, redondeado, que forma la parte inferior del caldero, usualmente llamado el plato o placa base, sobre el cual hay cinco placas interiores y siete exteriores; habría faltado una octava placa, hoy perdida, para completar el caldero, y solo se conservan dos secciones de un borde redondeado en lo alto del caldero.
Todas las otras placas están muy decoradas con repujada, martilleada desde abajo para sacar afuera la plata.
[9] A pesar del hecho de que este objeto se encontró en Dinamarca, probablemente no se hizo allí, ni cerca; incluye elementos de artesanía gala y tracia, en su metalurgia e imaginería.
[10] La hospitalidad a gran escala fue probablemente una obligación para las élites celtas, y aunque los calderos eran por lo tanto importantes objetos de metalurgia de prestigio, usualmente eran más sencillos y pequeños que este.
[1] El caldero se encontró desmontado con cinco placas rectangulares largas, siete cortas, una redonda (normalmente llamada «placa base»), y dos fragmentos de tubo apilados dentro de la base curvada.
En dos casos, una marca de punción que penetra las pacas interna y externa también ayuda a establecer el orden.
La calidad de las reparaciones que le hicieron al caldero, y hubo unas cuantas, es inferior a la destreza original.
[1][2] Específicamente, el «plato base» circular pudo haberse originado como una falera, y se cree, en general, que estuvo colocado en la parte baja del bol como un añadido tardío, soldado para reparar un agujero.
Las placas probablemente se trabajaron en forma plana y más tarde curvadas para soldarlas juntas.
[4][5] Taylor y Bergquist han defendido que la tribu celta conocida como los escordiscos encargaron el caldero a plateros tracios nativos.
Según los historiadores clásicos, los cimbrios, una tribu teutónica, marchó al sur desde la región del bajo Elba y atacó a los escordiscos en el año 118 a. C. Después de soportar varias derrotas a manos de los romanos, los cimbrios se retiraron hacia el norte, posiblemente tomando con ellos este caldero para asentarse en Himmerland, donde se encontró esta vasija.
Se identifica al dios Dagda sumergiendo a los guerreros muertos en un caldero para efectuar su resurrección.
El Grial de las leyendas medievales sería, para algunos investigadores, una representación cristianizada del mismo caldero mágico evocado por esta pieza arqueológica.
[29] Otros detalles con lazos celtas más dudosos son las largas espadas que llevan algunas figuras, y los yelmos con cuernos o cornamentas o tocados y las crestas de jabalí lucidos en sus yelmos por algunos guerreros.
El ombligo del escudo, las espuelas y los arreos de caballo también se relacionan con ejemplos celtas.
[30] La figura con cornamenta en la placa A ha sido ampliamente identificado como Cernunnos, quien aparece mencionado (la única fuente para el nombre) en el Pilar de los marineros galorromano, donde se le muestra como una figura con cornamenta con torques colgando de las astas.
[31] Posiblemente la porción perdida debajo muestra a su busto mostrándolo sentado con las piernas cruzadas como la figura del caldero.
[33] Hay más excepciones a esto, algunos de motivos claramente tomados prestados, como el niño a lomos de un delfín es tomado del arte griego, y otros que son más nativos, como la serpiente con cuernos en la cabeza que aparece tres veces en el caldero.
En particular, las dos figuras en pie, de perfil flanqueando la larga cabeza en la placa exterior F, cada una con un ave con alas extendidas justo por encima de su cabeza claramente parece un motivo común en el antiguo arte asirio y persa, hasta en las largas vestimentas que lucen.
Aquí la figura es usualmente el gobernante, y las alas pertenecen a una representación simbólica de una deidad que lo protege.
Algunos celtistas han explicado los elefantes presentes en la placa B como una referencia a Aníbal cruzando los Alpes.
Otra posibilidad es la versión gala de Apolo, quien no solo era un guerrero, sino uno asociado además con los brotes y la sanación.
Olmsted también juega con la idea de que la figura femenina flanqueada por dos aves en la placa f pudiera ser Medb con sus mascotas o Morrígan, la diosa irlandesa de la guerra quien a menudo cambia y se convierte en un pájaro carroñero.
Además, señala los parecidos entre la figura femenina de la placa B y la diosa hindú Lakshmi, cuyas representaciones están a menudo acompañadas por elefantes.