[1] Está asociado a los oficios, también casi totalmente desaparecidos en Occidente, de cobrero,[2] latonero[3] y hojalatero.
[4][5] Tiene su origen gremial en la calderería, referida al oficio, taller o barrio donde se fabricaban cacharros.
También se describen la tarea de diseñar grabados mediante el repujado, el pulido y los recursos para añadir asas o picos, soldar sus junturas, etcétera.
[12] Pues, estando en tal aflicción, cual plega al Señor librar della a todo fiel cristiano, y sin saber darme consejo, viéndome ir de mal en peor, un día que el cuitado ruin y lacerado de mi amo había ido fuera del lugar, llegóse acaso a mi puerta un calderero, el cual yo creo que fue ángel enviado a mí por la mano de Dios en aquel hábito.
“En mí teníades bien que hacer, y no haríades poco si me remediásedes”, dije paso, que no me oyó; mas como no era tiempo de gastarlo en decir gracias, alumbrado por el Spiritu Santo, le dije: “Tío, una llave de este arca he perdido, y temo mi señor me azote.