Numerosas cuestiones y construcciones geométricas están relacionados con círculos tangentes; tales problemas a menudo tienen aplicaciones en la vida real, como la trilateración y la maximización del uso de materiales.[1] Dos círculos son mutua e internamente tangentes si la distancia entre sus centros es igual a la diferencia de sus radios.Las cadenas de Steiner son conjuntos de círculos que son simultáneamente tangentes entre sí y a otros dos círculos que no se cortan entre ellos.Si un círculo se inscribe iterativamente en los triángulos curvos intersticiales entre tres círculos mutuamente tangentes, resulta un tamiz de Apolonio, uno de los primeros fractales históricamente descritos.En 1803, Gian Francesco Malfatti conjeturó que la solución se obtendría al inscribir tres círculos mutuamente tangentes en el triángulo (un problema que anteriormente había sido considerado por el matemático japonés Ajima Naonobu).
Tres círculos mutuamente tangentes con sus radios en las proporciones 4:4:1 producen un triángulo con la terna pitagórica 3-4-5