[5] Se tiende a describir a la burguesía chola como producto de las políticas de pequeña y mediana empresa de finales de siglo XX,[5] culturalmente presentan una fuerte religiosidad sincretica entre lo católico y las creencias precolombinas —siendo la principal la andina—[6] en lo político suelen asociarse más con el nacionalismo étnico,[8] en lo económico tienen un fuerte apego al comercio y manteniendo un punto intermedio entre estatización y privatización,[5][9] pero con una postura crítica al libre mercado «extranjerista»[3] que lo relacionan al imperialismo estadounidense.[7] Para Rafael Prada este fue el primer indicio de la burguesía chola que el denominó como peruana.[18] El término «capitalismo emergente peruano» es también utilizado para referirse a las nuevas clases económicas no blancas, y de acuerdo a El Montonero, despreciados por la elite liberal intelectual peruana que mantiene su hegemonía desde la etapa de la República Aristocrática.[15] El medio español CTXT calificó a ese aspecto particular como «el paraíso de Milton Friedman» liderado por burgueses cholos rebelándose contra las élites neoliberales y conservadoras más europeístas y problancas que quieren mantener un «Estado poderoso [bajo] una dictadura militarizada» personificada en Boluarte y que ese es el motivo del porque el discurso, en la mayoría de veces racializado, de dichas élites nacionales intentaban encasillar a los nuevos burgueses como una amenaza de la izquierda peruana más ortodoxa contra la existencia del Estado mismo.[21] El gobierno ecuatoriano, muy cercano al socialismo del siglo XXI, prefirió seguir a su propia manera las ideas de dicho pensamiento e incluso el mismo presidente llegó a denominarlo «capitalismo social».
Grupos de oposición al gobierno de Dina Boluarte en las
protestas de diciembre de 2022
; estas organizaciones en la mayoría de veces provenían de lugares rurales del país y llegaban a
Lima
mediante la financiación de pequeños empresarios y comerciantes, pertenecientes a la burguesía chola.
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