Bernardo de Legarda
Nació en la ciudad de Quito, alrededor del año 1700, aunque se desconoce la fecha exacta.Tenía mucho prestigio por lo que firmaba numerosos contratos por sus labores artísticas y artesanales.[2] La imagen gozó inmediatamente del favor popular, haciéndose de ella innumerables copias e imitaciones que se encuentran en varios países.[4] El tipo de Inmaculada creado por Legarda tenía antecedentes en la España del siglo XVII, pero el imaginero quiteño creó una composición jugosa, llena de movimiento y casi musical.De igual manera con el retablo mayor del monasterio de El Carmen Moderno (o Carmen Bajo), que se atribuye al mismo Legarda y a su discípulo Jacinto López.No era para menos puesto que a través de esto la Escuela Quiteña alcanzaría mayor reconocimiento internacional.Las características que identifican a esta virgen en particular son:[8] Los colores del manto pueden variar pero generalmente son de un azul más oscuro que el celeste tradicional de la Virgen María.La tendencia en el arte hacia una mayor individualización y protagonismo del artista antes que del anonimato por humildad y virtud hizo de Legarda el símbolo de esta escuela.Sin embargo, en la escultura están todos representados por Legarda, Caspicara y Pampite.