Está emparentado con el famoso pintor Miguel de Santiago, del cual fue discípulo.
Su papá fue José Valentín de Goríbar y su madre Agustina Martínez Díaz.
El padrino fue Miguel de Goríbar y quien administró el sacramento sería también su pariente Francisco Martínez.
Mientras que al maestro le interesó los artículos del credo y los dogmas católicos, al discípulo le interesó los personajes bíblicos como los profetas y reyes de Judá.
Además, aquí existen dieciséis lienzos que están inspirados en historias bíblicas.
En 1689 le piden que se haga cargo del retablo de la Iglesia de Guápulo, en la que años atrás había aprendido el oficio junto a su tío; la obra inició algunos años después y fue concluida en 1718.