Bartolomé de la Cueva y Toledo

Se desconoce la fecha en que Bartolomé recibió órdenes, así como gran parte de su biografía hasta ser elevado a cardenal.

[4]​ Su buena reputación en asuntos de Derecho, hizo que en 1548 San Ignacio de Loyola lo nombrase juez árbitro para intermediar entre Tívoli y Città Sant'Angelo, que guardaban fuertes diferencias.

En un primer momento de la Cueva propuso como arquitecto a Miguel Ángel, quien aceptó el encargo, pero a causa de la oposición de algunos nobles italianos que rechazaron esta propuesta, el proyecto lo llevó a cabo Jacopo Vignola.

Fue invitado a colocar la piedra, pero en primera instancia rechazó el honor que suponía, pues consideró que tal distinción correspondía a San Ignacio, ya que había sido quien había puesto la primera piedra espiritual de la Compañía, y por ello también debía hacerlo con la material; finalmente, ambos colocaron la piedra, y bajo ella dispuso el cardenal dos piedras preciosas de gran valor, pertenecientes a su rico joyero personal.

[2]​ Una vez cumplido su mandato, Felipe II le envió de regreso a Roma, para que averiguase las intenciones del Papa, que no le inspiraba confianza y estaba gravemente enfermo.

[7]​ Apenas llevaba un mes en la capital italiana cuando falleció el pontífice, por lo que se quedó en la ciudad para desempeñar sus funciones como cardenal y para impedir que fuese elegido ningún enemigo de su Rey, ya que Felipe II le había dado órdenes sobre la manera de actuar cuando llegase el momento.

[7]​ En la primera votación del cónclave, ocurrida el 11 de septiembre, obtuvo 17 votos, y en la noche del 25 de septiembre estuvo a muy pocos para haber sido elegido sumo pontífice de la Iglesia católica, hecho que finalmente no ocurrió.

También dotó otra capellanía en Ledesma, villa propiedad de la familia.

Iglesia del Gesù , cuya construcción fue promovida por el cardenal de la Cueva.
Iglesia de Santiago de los Españoles ( Roma ), primer lugar de enterramiento.