Sus padres fueron Fabrizio Carafa, conde de Ruvo, y Caterina de'Sangro.
Inició la carrera militar y fue combatiente en Flandes contra los otomanos.
Al no encontrar satisfacción en la vida militar, quiso ofrecer su vida a Dios y fue ordenado sacerdote el 1 de enero de 1600.
Trabajó especialmente en favor de los gitanos, los esclavos turcos, los encarcelados, los condenados a muerte y las prostitutas.
Para estas últimas construyó el Conservatorio de Santa Maria del Soccorso.