Su padre le dio el nombre de Escamandrio (en griego: Σκαμάνδριος) por el río que baña Troya, pero el pueblo prefirió llamarlo Astianacte (Ἀστυάναξ, Astiánax, significa «el que reina en la ciudad», de ἄστυ, «ciudad», y ἄναξ, «rey»).
Según el Orlando enamorado (1495), del poeta narrativo italiano Matteo Maria Boiardo (Libro III, canto V), Andrómaca habría reemplazado a Astianacte con otro niño muerto, que fue arrojado por los griegos desde las murallas en su lugar, mientras que ocultó a Astianacte en una tumba.
Astianacte llegó a Sicilia, se convirtió en rey de Mesina, y sus herederos más adelante gobernaron sobre Calabria (XXXVI,70-73).
Igualmente aparece el tema en el melodrama trágico en un acto de Comella La Andrómaca (Barcelona: Juan Francisco Piferrer, sin año).
Astianacte es asimismo el personaje que da título a un poema del ciclo Mythistorima de Giorgos Seferis.