Ascanio

En la mitología griega y romana, Ascanio o Julo o Yulo (en griego Ἀσκάνιος,[1]​ Askánios; en latín Iulus) es el hijo de Eneas y Creúsa, miembros de la estirpe real de Troya y Dardania.Según la tradición romana, después de la caída de Troya, Ascanio (junto con su abuelo Anquises y su madre Creúsa) fue conducido por su padre Eneas a las afueras de la ciudad para ir en busca de un mejor destino ya que la madre de Eneas, Venus, le había recomendado que no se quedara a morir como un buen aliado, pues las Parcas habían hilado un futuro mejor para él y su estirpe;[2]​ entonces emprenden un viaje y aunque sufren algunas pérdidas (Creúsa, Anquises) consiguen llegar a Lacio (lugar en donde Apolo les había profetizado un reino eterno); tras una guerra feroz con los laurentes por fin Eneas toma el poder aunque no por mucho tiempo, pues es divinizado por su madre y toma el nombre de Índiges.Eneas había fundado antes de convertirse en un numen la ciudad de Lavinio, en honor de su nueva esposa: Lavinia; mas Ascanio, al quedar sin padre, fue al monte Albano a fundar otra a la que llamó Alba Longa,[3]​ y fundó la estirpe de los Julos, de la que con el tiempo nacerían Rómulo y Remo.Tito Livio, sin embargo, dice que Ascanio es hijo de Lavinia,[4]​ aunque parece distinguirlo del Ascanio hijo de Creúsa.[5]​ Según este autor, Silvio, quien sucedió a Ascanio en el trono de Alba Longa, fue hijo de Ascanio;[6]​ en cambio, Dionisio de Halicarnaso dice que eran medio hermanos.
Supuesta estatua de Ascanio en mármol procedente de Emérita Augusta (Mérida). Siglo I , Museo Arqueológico Nacional (Madrid).