En la mitología griega, Creúsa es una hija de Príamo y Hécuba.
[1] Fue la primera esposa de Eneas, con quien tuvo un hijo: Ascanio, luego también llamado Julo.
En la más conocida, narrada en la Eneida de Virgilio, Creúsa es raptada por su suegra Afrodita mientras trata de huir de la ciudad en llamas, y aparece como una sombra ante Eneas, que había regresado a buscarla, para predecirle sus viajes y su búsqueda de una nueva patria.
Según las pinturas históricas de Delfos, Creúsa era una de las cautivas troyanas que fueron conducidas a Grecia.
En general, la tradición suele marcar que llegó a escapar de Troya, sin que su posterior destino haya quedado muy claro.