El ascenso de Adolf Hitler al poder comenzó en septiembre de 1919 en Alemania[a] cuando se unió al partido político conocido como Deutsche Arbeiterpartei, DAP, el Partido Obrero Alemán.Adolf Hitler ascendió a un lugar prominente en los primeros años de existencia del partido.[g][12][5] Tomó parte en cursos de «pensamiento nacional» impartidos por el capitán Karl Mayr.Mientras estudiaba las actividades del DAP, Hitler quedó impresionado con las ideas antisemitas, nacionalistas, anticapitalistas y antimarxistas de Drexler.[5][l] El irascible Hitler se levantó y reprendió al infortunado profesor Baumann, utilizando sus extraordinarias dotes de orador, logrando que al final Baumann abandonara la reunión antes de que terminase.[m][5] Las considerables dotes oratorias de Hitler y su capacidad para la propaganda eran apreciadas por la dirección del partido.[5][n] Hitler diseñó el símbolo del partido, una esvástica dentro de un círculo blanco sobre fondo rojo.Es muy probable que su propósito principal fuera mantener el orden en los mítines nazis y expulsar a quien los perturbara.Solo Hitler era capaz de atraer multitudes a los discursos y mítines del partido.Algunos miembros de su comité ejecutivo, que consideraban a Hitler demasiado autoritario, querían unirse con el Partido Socialista Alemán (DSP).[36] Hitler volvió a Múnich el 11 de julio y entregó furioso su dimisión.Su estrategia tuvo éxito: en una reunión general con los miembros le concedieron poderes absolutos como presidente, con un solo voto negativo.La Liga estaba liderada por Otto Ballerstedt, un ingeniero que Hitler consideraba su «más peligroso oponente».En 1922 y principios de 1923, Hitler fundó dos organizaciones que crecerían hasta tener una enorme importancia.Después de reflexionar, Hitler había decidido que no había que obtener el poder mediante una revolución desde fuera del gobierno, sino por medios legales, dentro de los límites del sistema democrático establecido por Weimar.Por provincias, los mejores resultados se obtuvieron en Baviera (5,11%), aunque en tres zonas, el NSDAP no llegó al 1% de votos.[45] Unos meses antes, Wessel había escrito una canción que se convertiría en el himno nazi Horst-Wessel-Lied.Ese mismo mes, Goebbels era juzgado y condenado de nuevo, esta vez por «insulto público».En Baviera, el partido consiguió el 17,9% de los votos, aunque por primera vez este porcentaje fue sobrepasado por otras provincias: Oldemburgo (27,3%), Brunswick (26,6%), Waldeck (26,5%), Mecklenburgo-Strelitz (22,6%), Lippe (22,3%) Mecklenburgo-Schwerin (20,1%), Anhalt (19,8%), Turingia (19,5%), Baden (19,2%), Hamburgo (19,2%), Prusia (18,4%), Hesse (18,4%), Sajonia (18,3%), Lübeck (18,3%) y Schaumburg-Lippe (18,1%).«Los comunistas», escribía Bullock, «anunciaron abiertamente que preferirían ver a Hitler en el poder antes de mover un solo dedo para salvar la república».[4] No existía un partido liberal de clase media lo suficientemente fuerte como para bloquear a los nazis.Mientras tanto, los comunistas se enzarzaban en violentos altercados con los nazis en las calles, pero Moscú había ordenado al Partido Comunista que priorizara la destrucción de los socialdemócratas, que veía como rivales más peligrosos por la fidelidad de la clase trabajadora.[54] El presidente Paul von Hindenburg, de 84 años, un monárquico conservador, era reacio a emprender acciones para contener a los nazis, mientras que el ambicioso general Kurt von Schleicher esperaba ganarse su apoyo como ministro encargado del ejército y la armada.[62] Al día siguiente de las elecciones, Papen propuso gobernar por decreto mientras se elaboraba un nuevo sistema electoral con una cámara alta.A lo largo de febrero y abril de 1932 se produjeron varios altercados mortales en la calle y en las cervecerías en protesta contra el respaldo a Adolf Hitler en las elecciones presidenciales que lo enfrentó al tremendamente popular Hindenburg.Una refriega en Silesia acabó con la intervención del ejército, y con cada disparo, Alemania se acercaba más a una potencial guerra civil.Menos de un año y medio después, ya en el poder, Hitler utilizaría estas leyes contra sus oponentes con efectos devastadores.Por el contrario, fueron procesados cinco hombres de la SA que supuestamente habían asesinado a un miembro del KPD en Potempa (Alta Silesia).Con los paramilitares nazis rodeando el parlamento, dijo: «A ustedes les toca, caballeros del Reichstag, decidir entre la guerra y la paz».[73] Hindenburg siguió siendo comandante en jefe del ejército y conservó el poder de negociar tratados extranjeros.
Adolf Hitler se dirige al
Reichstag
el 23 de marzo de 1933. Buscando un acuerdo para aprobar la
Ley Habilitante
, Hitler ofreció la posibilidad de una cooperación amistosa, prometiendo no amenazar al
Reichstag
, al presidente, los estados ni las iglesias si se le concedían poderes de emergencia